CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- Claudia López Dimas es una joven madre, cuyo hijo de 1 año de edad padece convulsiones a causa de una negligencia médica, y aunque ha recibido atención en las instancias de beneficencia pública y privada, ningún apoyo ha sido de largo plazo que le permita resolver sus problemas.
Entrevistada en la escalinata de Palacio Federal a donde acude todos los días a pedirle a la gente lo que quiera darle, dijo que por las tardes vende nopales en estacionamientos comerciales para completar el gasto de alimento para ella y su hijo, así como pañales y medicamento.
Su hijo, Reyes Tadeo López López, padece las secuelas de una negligencia médica ocurrida en el Hospital Infantil, a donde el pequeño llegó hace unos meses con una infección leve y requirió de la transfusión de sangre, lo que le afectó su sistema nervioso y desde entonces presenta convulsiones.
“La sangre no fue compatible y convulsiona desde que le pusieron esa sangre y aunque me dicen que tiene cura, no lo atienden”, explicó.
El medicamento que le proporciona a su bebé cuesta 297.00 pesos que le sirve para tres dosis.
Vive en la colonia Simón Torres y a diario se viene al centro de la ciudad donde consigue alrededor de 180 pesos diarios entre la venta de nopales y lo que la gente le da.
Consigue en ocasiones una despensa del DIF Municipal y una vez le dieron otra muy pequeña en oficinas del PRI.
El padre de su hijo murió en un fuego cruzado cuando estaba trabajando a la orilla de la carretera en el municipio de Llera en un programa de empleo temporal, pero como no estaban casados, no la consideran víctima indirecta y no hay ninguna ayuda para ella y su pequeño Reyes.
“Ya fui a Víctimas del Delito donde me dijeron que como no estaba casada no me pueden ayudar; a su mamá sí, pero ella no necesita, ni vive aquí porque está en Reynosa”, contó.
Claudia terminó sus estudios en el ITACE y al salir se colocó de inmediato en una maquiladora a donde ya no pudo ir luego de que su hijo enfermó.
En Cáritas de Victoria le proporcionaron ropa usada para su hijo y en los clubes de servicio le dan ocasionalmente el medicamento para su hijo.
Hoy vive en la Manzana 9 Lote 18 de la colonia Simón Torres en un pequeño cuarto que le renta una señora por 500.00 pesos mensuales.
“Yo pido que a mi hijo lo cure un doctor y a mí que me den un trabajo donde tengan guardería para que cuiden al niño, lo urgente que tenemos es que lo vea un doctor, ya más adelante le voy a conseguir una beca para que estudie”, dijo esperanzada.
