6 diciembre, 2025

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Efecto secundario

Enroque

Después de concluida la elección de diputados federales, ha quedado listo el escenario, no solamente para el inicio del proceso electoral de gobernador, ayuntamientos

y diputados locales que estarán en juego en las elecciones del año que viene, sino también la renovación de los mandos del PRI, empezando por el del comité ejecutivo nacional.

Si es cierto lo que se comenta en los círculos políticos de la capital del país, el aún presidente del Comité Ejecutivo Nacional, César Camacho Quiroz, habrá de dejar en breve las riendas del partido para asumir la presidencia de la nueva Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.

¿Quién relevará al mexiquense en la cúpula tricolor?

A ciencia cierta no se tiene idea. Lo único que se sabe ahora es que entre los probables interesados en el puesto se encuentran el coordinador parlamentario de los diputados federales priiístas que dejarán la curul el 31 de agosto, Manlio Fabio Beltrones Rivera, y el Secretario de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Enrique Martínez y Martínez.

Los enterados coinciden en que, a menos de que el presidente Enrique Peña Nieto tenga algún as escondido bajo la manga para resolver la sucesión de otra manera, uno de los mencionados será el próximo presidente del CEN del Revolucionario Institucional.

El asunto tiene importancia para Tamaulipas por el efecto secundario o colateral que la llegada de cualquiera de los señalados o, incluso, de alguien distinto, tendría para la cercana sucesión política estatal.

Si, como piensan unos, el elegido fuese el nativo de Sonora, automáticamente se fortalecerían las aspiraciones políticas del diputado Marco Antonio Bernal Gutiérrez. La del ex Gobernador de Coahuila, en cambio, favorecería las de Baltasar Hinojosa Ochoa y el primero tendría que ir pensando en opciones distintas a la gubernatura para continuar con la carrera de servidor público.

Con Martínez y Martínez al frente del partido que gobierna a México estarían a la alza los bonos políticos del grupo de Vladimir Martínez y de Felipe Garza Narváez y tendría que pensarse en ambos cuando se empiece a hablar del relevo de Rafael González Benavides, como número uno del tricolor del Estado, que seguramente tendría lugar después de la salida de Camacho Quiroz y compañía.

La diputada Amira Gómez Tueme sería otras de las beneficiarias con la designación de Manlio Fabio como nuevo guía del ex partido de la Revolución.

A diferencia de Balta y de Marco Antonio, el proyecto político del Miguel González Salum, como el de Paloma Guillén Vicente, sufrió un fuerte debilitamiento en las votaciones del 7 de junio. Como es del dominio público, el victorense perdió la cabecera del V distrito electoral y de no haber sido por el voto cautivo del medio rural, que sigue siendo leal a la causa del PRI a pesar de décadas promesas incumplidas, a estas alturas los seguidores de Gustavo Cárdenas Gutiérrez estarían celebrando la victoria.

Como ocurrirá en el CEN y en el CDE también están a la vista las reestructuraciones de los cuadros de los comités municipales. En algunos casos porque así lo exigen las circunstancias, en otros porque los dirigentes están interesados en buscar las candidaturas de alcalde o de diputado al congreso estatal.

En el de Tampico es de todos sabido que Sergio Villarreal Brictson tiene entre sus planes futuristas pelear la candidatura de jefe edilicio a Francisco Bolado Laurents, pero en el supuesto de que no se le hiciera la postulación, podría aparecer entonces en la lista de candidatos a diputado, regidor o a ocupar una dirección administrativa en la próxima gestión, si gana el PRI, obviamente.

En situación similar a la del jerarca priísta tampiqueño se encuentran los homólogos de este en Ciudad Madero, Felipe Jiménez Martínez, y de Altamira, Eulogio Sánchez de la Rosa.

Causa extrañeza, por otra parte, que no obstante la larga trayectoria priísta, el Contador Ricardo Garza Narváez no haya tenido, como otros con mucho menos méritos y experiencia política, la oportunidad de ocupar un puesto de elección popular. Militante del PRI desde hace 30 años, el profesionista ha sido secretario de finanzas, coordinador de relaciones públicas, secretario general adjunto, secretario de organización, padrino y subsecretario de operación política del partido político.

En el gobierno, ha ocupado los cargos de supervisor de la Oficina Fiscal, enlace del ayuntamiento y Gobierno del Estado, comisario del Espacio Cultural Metropolitano, subdirector de Desarrollo Económico y secretario ejecutivo o Técnico del ayuntamiento de Altamira. Actualmente se desempeña como administrador de Panteones del municipio que gobierna Gustavo Torres Salinas.

A lo mejor en el 2015 tiene mejor suerte.

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