6 diciembre, 2025

6 diciembre, 2025

La broma de don Fidel

Polvo del camino

1.- Sin ganas de ofender o incomodar, el escribidor propone que algunos funcionarios debieran dejar el cargo sólo por salud de la república, nomás por eso. Sería el caso del secretario de Educación quien de plano rebasó las atribuciones que le prodiga el cargo. Incluya por favor, poder y presupuesto que unidos hasta que la patria lo demande, producen valentía en exceso e intolerancia infinita.

El titular de la dependencia insiste en provocar a importante sector del magisterio como si citara al toro al centro del ruedo, sin considerar los riesgos de esta actitud a todas luces peligrosa que el ocio cafetero podría resumir en la célebre frase de que “el horno no está para bollos”, traducido a que está demasiado caliente “para cualquier hervor”, si es que la sabiduría popular permite tal expresión.

El columnista está sorprendido con el lenguaje oficial que sin ser coloquial es burdo y falto de respeto. Para empezar, ¿qué es eso de que “llueva o truene habrá evaluación”, (¿quiso decir?, “¡a huevo!”?). Imagine que en sus tiempos de secretarios del ramo a Justo Sierra, Vasconcelos, Torres Bodet o Agustín Yáñez se les escucharan palabras semejantes en torno al tema más sagrado de cualquier nación. En este sentido antes había moral parece que ahora ni siquiera es el árbol que produce moras.

Don Emilio escaso favor hace a su jefe que bastante tiene con la carga que el electorado le subrogó hace tres años, más lo acumulado en este tiempo que por mucho y variado sólo el Bendito sabe cómo lo ha soportado. Eso se llama fuerza de voluntad que nada tiene que ver con voluntad política, esto último que siendo tan fácil resulta más complicado que la primera cita de un gato en la azotea vecina.

Escaso favor le hace a su jefe, digo, al suponer que quien no acate la reforma educativa “ofende” al presidente de México. En su concepción de la realidad Chauyffet olvida que si bien el Ejecutivo envió la iniciativa fueron los legisladores quienes la aprobaron convirtiéndola en ley, parchada y dañina para el sector magisterial, pero mandato institucional que el poder se afana en imponer “llueva o truene”, es decir, “¡a huevo!”, disculpe que insista en la expresión pero en nuestra cultura aldeana no tiene más equivalente que el reto a un pleito callejero.

Por ello os sugiero que llegado a este nivel bueno sería que algunos funcionarios optaran por el retiro. En el caso del secretario de Educación hay que recordar que es demasiado el kilometraje acumulado en política por lo que sería justo de total justicia que el hombre descansara. Seguro que su familia lo agradecería. Dejad entonces estas tareas a otros políticos cuya claridad de la problemática nacional podría garantizar la sobrevivencia del sistema. Si es que a estas alturas todavía hay garantía de que sobreviva, si no pssss no.

2.- Mientras tanto hay que recordar que en Tamaulipas no existen “l@s tapad@s” ya que abiertamente quienes la quieren (la gubernatura), lo han manifestado borrando en forma brutal y grosera la escasa disciplina tricolor. No olvidéis las diferencias entre la elección federal y estatal. Es en esta última es donde la eterna confrontación de los intereses pueblerinos podría ocasionar un dolor de cabeza al PRI. En cuanto a l@s presunt@s a la gubernatura creo que ya andan por la veintena más los que se agreguen después de las vacaciones de verano y antes del otoño. Sólo cabe la pregunta, ¿aguantarán la presión Alejandro Guevara Cobos, Baltasar Hinojosa, Merceditas del Carmen, Ramiro Ramos Salinas y Marco Antonio Bernal?. Que respondan quienes los apoyan. Aquí importa que venga como venga y de donde venga no habrá ninguna clase de pacto, señalado al escribidor “en cortito” por dos de los más mencionados, uno del norte, otro del sur. Así de revuelto anda el asunto.

Ya entrados en gastos no podemos dejar de lado lo dicho por el secretario de Gobernación en sentido de que en el gobierno del presidente Peña Nieto “no existen los destapes”. Uno quisiera creerlo pero la verdad es que la máxima de don Fidel en cuanto a que quien se movía “no salía en la foto” dejó de ser sabia lectura para convertirse en broma no sólo de mal gusto, ni siquiera propia de una fiesta infantil. Y luego en estos tiempos.

Ni cómo negar que hasta los párvulos de las primeras letras está ciertos de que “los tapados” pasaron a ser figuras comparables a “el charro negro” quien se cubría del tétrico color, en especial por las noches, para procurar justicia al desvalido. En política no es así desde luego pero valga por la arrogancia del misterio que dejó de ser.

De manera que ahora mismo por la geografía nacional pululan cuando menos tres “destapados”: el propio Osorio Chong, el secretario de Hacienda Videgaray y por supuesto, Manlio Fabio Beltrones. Son las cartas con las que juega EPN lo cual es imposible de ocultar como imposible negar que la batalla hacia el interior del PRI es de pronósticos inconfesables y donde pareciera que la fuerza presidencial no ha sido suficiente para contener el flujo que emana de la condición humana, después de ciertas experiencias donde fue evidente que algunas candidaturas a gobiernos estatales no fueron “palomeadas” en los Pinos.

SUCEDE QUE

Pregunto, ¿realmente a Alejandro Guevara Cobos le importa la delegación de Sedesol?, digo porque para convertirse en candidato a gobernador le bastará el dedo divino. Y ni modo que alguien lo dude o ignore, salvo riesgo de ofender a EPN o lo que es lo mismo, “piquete que viene derecho….”.Y disculpe la indisciplina civil pero el escribidor considera que el asunto viene por el lado del mantense.
Y hasta la próxima.

Facebook
Twitter
WhatsApp

DESTACADAS