Voy a especular, no hay de otra si se quiere opinar sobre la sucesión gubernamental en marcha y que tendrá como fecha fatal el 5 de junio del año entrante, de al menos siete suspirantes priistas a ocupar el cargo que hoy ostenta Egidio Torre Cantú, más de la mitad fueron desplazados por la victoria total de su partido.
Así es mis queridos boes, estoy diciendo que por lo menos cuatro de los que estaban (bueno ellos se seguirán colocando ahí aunque nadie los vea) en la puja por la gubernatura hoy no tienen posibilidades de continuar en la pelea; al menos bajo las siglas del tricolor.
Mi argumento es muy simple, no requiere de esfuerzo neuronal y sí de mucha objetividad y parte, insisto del carro completo del domingo antepasado.
Con dicha victoria, quien detenta el poder político en el estado, léase Torre Cantú, salió bien fortalecido frente a su propio partido a nivel nacional y sobre todo con quien a su vez es su jefe político; es decir, con Enrique Peña Nieto.
La medalla del triunfo del domingo siete está colgada en el pecho de Egidio, esa es la realidad política, como pudo haber estado la tacha sobre su frente si el resultado hubiera sido adverso.
El mérito es mayor, si echamos un vistazo a la última semana de mayo y a los pronósticos del PRI nacional sobre la elección que estaba por culminar: Tamaulipas de 8 distritos seis perdidos, uno complicado y uno ganado.
Ese era el informe que se daba sobre lo que estaba por ocurrir en el estado con el PRI, copia del informe interno del tricolor nacional anduvo en los correos electrónicos de los comunicadores y cuando se intentaba conformar con los operadores apenas pelaban los ojos en señal de: sí, pero yo no te lo dije.
Pero una semana después, cuando la elección avanzaba a eso de las 14:00 los ánimos en el PRI estatal eran todo lo contrario, poco a poco se fue dibujando el triunfo total, Egidio y los suyos recuperaron seis distritos que tenía en su poder el PAN y mantuvo los dos que ya tenía: carro completo.
La noticia llegó hasta las más altas esferas del PRI y de Los Pinos, hasta donde la elección en Tamaulipas no era prioritaria porque el esfuerzo mayor era intentar no perder Nuevo León, recuperar Sonora y el resto de las gubernaturas; al fin que para tierras cuerudas el pronóstico indicaba que la cosa iría mal.
Es decir, el mérito del triunfo de los del PRI fue netamente local y desde esa noche comenzaron a cambiar las cosas rumbo a la sucesión de Egidio para el año que entra.
No digo que el gobernador en turno va a elegir solo a su sucesor, lo que sí digo es que con el resultado del 7 de junio llevará mano para ello, va a sugerir al que será el bueno y seguro que Peña Nieto cedería ante la demostración de fuerza que ya dieron las huestes locales.
Lo que también digo es que Torre Cantú va a tener, ya tiene, poder de veto; es decir, que habrá personajes con los que el poder local no se sienta a gusto y desde ahora no irían más en la puja.
¿Quiénes creo que quedan?, no sé en qué orden, pero bajo mi especulación de que Egidio tendrá mucha más influencia en la decisión de la que se le otorgaba antes de la elección pasada, debe seguir muy vivo, más vivo que nunca Alejandro Etienne Llano, a quien las evidencias sitúan como la opción local.
No ha parado, y ahora menos, de recorrer los fines de semana los municipios donde se le organizan reuniones y cenas con la clase política, de opinión y empresarial.
Hoy incluso se le menciona como posible enroque para la Secretaría de Desarrollo Social, lo que le daría más chance de hacer ruido por todo el estado.
Muy vivo, como desde que apareció en el staff de Peña Nieto, Alejandro Guevara Cobos, quien obtuvo la mayor diferencia sobre su más cercano oponente y quien incluso desde antes de la designación ya tenía comités de apoyo para el 2016 por varios rincones de la entidad.
Resucitado y muy fuerte, Baltazar Hinojosa, al que le da argumentos no solo el triunfo en su Matamoros querido, donde la victoria sorprendió a propios y extraños, sino el triunfo a nivel nacional como tercero de abordo del PRI.
Hasta ahí los tres que para mi ‘pienso’ quedan tras la coyuntura del siete de junio. Vamos a ver si se confirman los cambios en el gabinete y qué posiciones infieren en el proceso rumbo al 2016, vamos a ver también si no aparece un milagro que resucite a los que la victoria total ‘infartó’, vamos a esperar incluso, el cambio en la dirigencia nacional del PRI, pero por ahora, les puedo apostar que hay sólo 3, tres de 7.
El Bronco, va
despintando…
Ayer Jaime Rodríguez Calderón, El Bronco, se reunió por primera vez, al menos que se sepa, con Rodrigo Medina, al que sustituirá como gobernador de Nuevo León, al que en campaña lanzó amenazas de meter a la cárcel por corrupto junto con su padre de nombre Humberto.
Bueno, pues a la salida de la reunión en el palacio de gobierno de Nuevo León, El Bronco ya se notaba muy mancillo, que él lo que había dicho era que investigaría al gobierno no a las personas… parece que comienza la decepción.
Comentarios: meliton-garcia@hotmail.com Twitter: @melitong




