La historia de una ciudad está escrita por sus hombres y mujeres que han trazado su espiritualidad y formado su calidad de vivir y hacer la ciudad.
Ser ciudadano significa vivir con la ciudad y cultivar sus dones, la ciudad es de todos pero pertenece en su dibujo a quienes le han dado título de hospitalidad y amor por la tierra que los vio nacer o para quienes la ciudad ha sido la nueva tierra.
El Ing. Antonio Rodríguez Mejía es parte de la historia de una ciudad como la nuestra, forjada en su humildad y querencias para los que son de aquí y para los que han llegado a ser ramal de su árbol genealógico a la vera del río San Marcos. Antonio Rodríguez Mejía se integra al esquema de valores que Victoria ha entregado a sus hijos bien nacidos y a quienes han hecho de los lares de la pequeña patria su cuerpo espiritual.
Hombre de trabajo, ciudadano generoso, Rodríguez Mejía tendió su mano de amistad a la construcción de este solar de vivencias, sin hacer alarde de esta entrega, sin pretender las luces de la vanidad y dejando la discreta huella de la gente de bien nacer.
Su generosidad prima ha sido en la educación, donde motivó inquietudes y abrió su mano en dones fecundos para estudiantes y maestros en una actitud ciudadana pocas veces vista, o tal vez olvidada por quienes han recibido las riqueza de esta tierra sin retribuir un céntimo de lo obtenido en aras del egoísmo y la ingratitud humana.
El Ing. Antonio Rodríguez Mejía es un ciudadano en la forja de una ciudad que ha abierto sus brazos a los que vienen y a los que van, han dado orgullo en la construcción de su nombre victorioso. Por eso un grupo de ciudadanos, el Ayuntamiento de Victoria, realizan mañana martes 7 de julio, a las 11 horas, en el auditorio del CCT un sentido homenaje a su trayectoria ciudadana, a su forja de hombre ejemplar.