6 diciembre, 2025

6 diciembre, 2025

Laberintos del poder

El ingenuo de la película

Laberintos del poder

Si esa es la postura oficial de la Secretaría de Educación sobre la disidencia magisterial en torno a la reforma educativa, no le arriendo las ganancias a esa dependencia.

¿A cuál postura me refiero?

A la expuesta por el Delegado en Tamaulipas de la SEP, Leonardo Sánchez Cuéllar, en el intento de minimizar las muestras de rebeldía expuestas por un sector de los profesores en Ciudad Victoria, las cuales el sábado pasado desembocaron en una marcha y mitin.

Lo citaré textual: “Las manifestaciones de maestros no se deben a su oposición a la evaluación docente, sino a problemas que no les ha resuelto su propio gremio”.

Como decía un personaje de un viejo programa de televisión: “No, po’s sí…”
No entiendo las posturas como las del señor Sánchez Cuéllar. No entiendo las ópticas que se ciñen a las tácticas de avestruz para tratar de eludir a la realidad y no entiendo ese ancestral hábito de fingir que no pasa nada.

Tiene razón el Delegado cuando dice que existen reclamos a la dirigencia sindical por no atender los intereses de las bases magisteriales, pero el mismo funcionario debe saber que la médula de las exigencias hechas públicas por los profesores participantes el sábado, fue precisamente anular el examen de validación de conocimientos para permanecer frente a un grupo escolar. Las mantas exhibidas se poblaron con esa demanda.

Y mi pregunta es:

¿Esa postura es la línea recibida de sus superiores o es la personal de Leonardo Sánchez?

Si la respuesta es la primera opción, habría que comprender –que no justificar– el papel del Delegado. Debe acatar una orden y aceptar las consecuencias de la misma, lo cual se entiende en términos de lealtad y de disciplina.

Pero si la segunda posibilidad es la real, no me resta más que manifestar mi decepción sobre el funcionario público. Leonardo Sánchez Cuéllar ha mantenido por muchos años un perfil de dignidad profesional en el terreno educativo y es casi trágico que en un momento crítico como el actual, se preste a jugar el papel del ingenuo –es la definición más suave– de la película.

Vamos, don Leonardo. Me parece que los ciudadanos merecemos una mejor explicación al galimatías que es hoy la relación entre profesores y autoridades del ramo educativo…

EL AÑO QUE VIENE

Por donde se le dé lectura a las declaraciones del secretario de Finanzas del Gobierno del Estado, Jorge Ábrego, lo que dice son buenas noticias. Juzgue usted:
En la antesala del que se prevé sea el año más difícil de lo que lleva el mandato del Presidente Enrique Peña, el responsable de la salud económica del Estado dio a conocer que el presupuesto del 2016 se enfila por lo menos a repetir los 43 mil millones que deben ejercerse en este año. No serán tiempos de jauja, pero tampoco serán días de austeridad radical.

Más aún. El mismo Secretario informó que no se crearán nuevos impuestos y que tampoco habrá un incremento en los existentes. En otras palabras, pese a la crisis que se avecina, el gobierno de Egidio Torre Cantú no permitirá que se castigue más a los bolsillos de los tamaulipecos.

Este panorama, hay que reconocerlo, sólo puede ser posible por las sanas condiciones financieras que actualmente vive la Entidad. No hay de otra.
Insisto: Aquí y donde usted quiera, son buenas noticias…

Twitter: @LABERINTOS_HOY

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