Charles Schwab afirmó: “Un hombre puede tener éxito casi en cualquier cosa por la que tenga entusiasmo ilimitado”
El Filósofo de Güémez, ve en el secretario de la SCT, Gerardo Ruiz Esparza, un entusiasmo ilimitado, que con su equipo construye una historia de éxito.
Mientras en otras Secretarías aplican la frase “Lo que pasa en las Vegas, se queda en las Vegas”, es decir, sólo ellos saben qué hacen para cumplir los compromisos del Presidente Peña Nieto; en la SCT saben comunicar muy bien su trabajo, haciendo “clic” con el ciudadano.
En plena transición democrática tenemos una ciudadanía más crítica sobre el estado de cosas de la política nacional; mientras en la más reciente evaluación el Presidente Peña Nieto no salió aprobado, el pasado 7 de julio, la ciudadanía en las urnas –con las alianzas partidistas– le dio un voto de confianza y la mayoría a su partido en la Cámara de Diputados.
Situación política que debe ser aprovechada por el Presidente, para que desde cada Secretaría se dé un impulso renovador a su trabajo; para que en la segunda mitad de su camino sexenal al interior de cada Secretaría, se lleve a cabo un alineamiento ente lo laboral, lo político, lo económico, lo social y lo internacional, que conduzca a dar buenos resultados, que traiga como consecuencia que funcione la gobernabilidad en todas las regiones.
En la SCT el Oficial Mayor, Maestro Rodrigo Ramírez Reyes, está implementado al interior, un intenso programa de capacitación en dos vertientes:
1.- Capacitación, profesionalización y especialización en la parte técnica, y
2.- Capacitación en el Desarrollo Humano.
La capacitación, es una de las inversiones más rentables, trae competitividad, es una fuente de bienestar para el personal que posibilita al trabajador detonar sus capacidades y habilidades, para superar dificultades, a la vez que apoya para organizar y mantener en marcha iniciativas propias y colectivas.
La capacitación ayuda a seguir en un aprendizaje continuo, al mejorar la relación, promueve la comunicación, reduce la tensión intergrupal, agiliza la toma de decisiones, ayuda a manejar, resolver atingentemente problemas y trabajar en equipo; llevando a cabo los proyectos con sentido de responsabilidad personal, colectiva y social; obteniendo los mejores resultados y acentuando un profundo sentido del logro.
El Filósofo entiende que un servidor público, es un importante pilar sobre el que se soporta la administración pública y la capacitación genera seguridad, trae nuevos conocimientos, elimina la monotonía laboral, quien se capacita pone su destino en manos de su talento, no de la suerte, eleva su autoestima, porque su seguridad y paz laboral se derivan de su preparación, capacitación, profesionalización y especialización.
La capacitación, es una oportunidad que lleva a crecer en unidad, a mejorar la eficiencia laboral, a poner el trabajo bajo su control, cuando el conflicto llega, saberlo manejar adecuadamente, poniendo orden en su labor, incrementado sus haberes y saberes, despertado sus capacidades innatas, en consecuencia llega la seguridad en el trabajo, de eso se trata en una nueva visión de gobierno, evitar la incertidumbre laboral y darle a cada trabajador una relación armónica en su vida y un propósito claro que enriquezca su energía vital.
En síntesis, para este Filósofo, la capacitación fortalece la integridad, el trabajo en equipo, la competitividad, el liderazgo; mejora la actitud en el trabajo, ayuda ser feliz, mejorando el sentido del humor.
A propósito, un niño leía el periódico, su papá le pregunta:
— ¿Qué ‘ingaos estás haciendo muchacho?
— ¡Capacitándome apa’! fíjese que el periódico dice que ayer nació un bebé que pesa más de 100 kilos.
— ¡Saliste igual de mentiroso que mi suegra ‘abrón!, eso no es posible, no hay un bebé que nazca pesando tanto.
— Pues aquí dice… ¡que es el hijo de una elefanta!
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