CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- Por la escasa cultura que hay entre la población y el sistema escolarizado sobre el cuidado de la salud mental, cientos de niños y jóvenes que presentan problemas de conducta son señalados erróneamente con Trastornos por Déficit de Atención (TDA).
El Psiquiatra Juan Héctor Ortega Suárez, informó que existe mucha confusión por falta de información en las escuelas, por lo que es común que a cualquier alumno que no se comporta adecuadamente, inmediatamente les hablan a los padres para que lo refiera con el psicólogo.
Explicó que el TDA no es propiamente un trastorno sino un grupo de enfermedades porque hay varios subtipos como el que viene acompañado de hiperactividad o el que no lo presenta.
Pero suele ocurrir que por disfunciones familiares, es decir problemas que vive el alumno dentro del hogar, incurre en violaciones al reglamento escolar y es fácil que el maestro equivoque el diagnóstico.
A diferencia de la mala conducta por problemas familiares, los niños con TDA reprueban la escuela no porque no tengan inteligencia ni capacidad de aprender sino que padecen un síndrome neurobiológico que le impide mantener la atención el tiempo suficiente para completar el proceso.
Entre la población en edades por debajo de los 14 años que atienden los servicios estatales de salud en Tamaulipas, existe un 8 por ciento de diagnóstico de TDA en los módulos de Psicología.
De manera extraoficial, dijo que por experiencia se sabe que estos pacientes son enviados de las escuelas en su gran mayoría, pero también hay otros que no presentan el trastorno pero como tienen problemas de respeto a la autoridad, se les encasilla fácilmente en vez de indagar y corregir las causas.
Según la Organización Mundial de la Salud el 5 por ciento de la población en el mundo padece TDA, aunque el especialista dijo que el dato debe tomarse con reserva porque la tasa difiere de acuerdo a algunas regiones.
En Estados Unidos por ejemplo va del 2 al 8 por ciento porque el abanico de rasgos es más abierto; en Sudamérica la prevalencia es de 14 a 18 por ciento y en México, según las encuestas sanitarias está abierto hasta el 16 por ciento.
Explicó que los estudios más actuales marcan que del 75 al 80 por ciento de los factores causales de este trastorno pudieran ser genéticos, el resto se debe a factores ambientales y sociales como el estrés.
El problema tiene solución si se identifica y se trata correctamente para dar una buena calidad de vida al sujeto, estableció Ortega.
“Un caso identificado y bien tratado tiene una franca mejoría y le permite a la persona tener una vida con buen rendimiento académico y social, lo que provoca disfunción es la falta de atención como cualquier otro problema”, precisó.
Y es que dijo que la TDA es un problema de salud pública porque es un síndrome neurobiológico que afecta la calidad de vida de la persona que lo padece, particularmente si no se detecta en forma temprana o a tiempo.
El Jefe del Departamento de Educación Especial de la SET, José Refugio Villacaña Martínez, dijo que aumentó considerablemente el número de niños a los que se les adjudica el TDA en el salón de clase.
Aclaró que sería aventurado asegurar lo dicho por los maestros ya que se requiere de un diagnóstico específico porque no todos los niños lo padecen.
Oficialmente 1,075 niños son atendidos en los USAER con TDA debidamente diagnosticados, pues dijo que hasta se creó una red de ayuda con otras instituciones para llevar los servicios neurológicos a bajo costo.
Si en la consulta privada el neurólogo cobra unos 3 mil pesos por aplicar los estudios, en las escuelas reducen el costo hasta los 350 o 400 pesos dada la alta demanda.
La reprobación es por desgracia el destino de estos alumnos que presentan problemas de conducta cuyas causas no se indagan en busca de ayudarlos a tiempo para que no se vayan de la escuela.
En escuelas primarias de Tamaulipas estudian 385 mil 502 alumnos, y la reprobación en este nivel es del 0.4 por ciento; en secundarias la población total es de 182 mil 346, el índice de reprobación es más alto con un 8.2 por ciento.
El Subsecretario de Educación Básica en el Estado, Jorge Guadalupe López Tijerina, dijo que por mandato de ley a ningún alumno se le expulsa de la escuela por razones de conducta, por el contrario hay que abrirles atención especial, aseguró.
La línea de atención que existe es la de Integración Social y Cultural que atiende las mejores formas de convivencia de las escuelas, en las que se promueven normas y patrones de conducta aceptados por los alumnos en una especie de contrato.
En el mismo sentido con los consejos de participación social se ha integrado a los padres de familia, aunque no del todo pero se tiene avance, incluso dentro del sistema de evaluación formativa está contemplado que mes a mes se les reporte a los padres de familia el avance de las normas de convivencia.
Dijo que no se tienen estadísticas de cuantos alumnos presentan una conducta problemática o el número de quienes van de una escuela a otra por no respetar las reglas de estudio y de convivencia dentro de los planteles.
Los alumnos que se cambian de escuela son porque los padres se movilizan a otros lugares por razones diversas, pero por cuestiones de conducta del niño es muy raro que se llegue a ese extremo, según señaló.
No obstante, las escuelas tienen la posibilidad de sugerir un cambio de ambiente para el alumno, pero dijo que tampoco hay cifras al respecto.
