¿Que si Nuño no figuraba ni siquiera en el padrón de militantes? ¿Que si no reunía ni siquiera los mínimos requisitos para dirigir al PRI nacional? ¿Que si la fierona de Beltrones fue el número uno en el aplausómetro del CEN priísta, y el número dos fue Osorio Chong? Que si la llegada de Manlio al CEN priísta se derivó de una encuesta en el diario Reforma, donde se hablaba de una considerable ventaja de López Obrador para la presidencia en el 2018?
¿Que si el discurso del cambio generacional del presidente Peña Nieto se queda en el aire y se pospone para mejores tiempos? Que si la llegada de Beltrones al PRI no hace otra cosa que remarcar el pragmatismo del Presidente, sacrificando a sus amigos, en aras de la eficacia? ¿Qué si Beltrones va a estar acotado, o bien le entregan el PRI, como antesala de su llegada al Poder de los Pinos?
Son muchas las interrogantes, pero yo me quedo con una sola de ellas: ¿Por qué expusieron al ridículo al joven jefe de la oficina de la Presidencia? ¿Qué necesidad había de balconearlo, como un personaje políticamente improvisado, hijo del influyentismo y beneficiario de la coyuntura sexenal? Ninguna, señores, no había ningún apremio, para desgastar a un funcionario, que hasta ayer por la mañana, aun se consideraba como el más poderoso en el gabinete, después de su amigo el Presidente de la República.
A los ojos del priismo nacional, el nocaut del novato, a manos del experimentado pugilista sonorense, fue fulminante. Pero, no nos quedemos en la mera espectacularidad, y vayamos a lo que ayer ya se daba como el inesperado desenlace del misterio priísta: Manlio Fabio Beltrones Rivera será el nuevo Presidente nacional del PRI, y Ana Lilia Herrera, la del Movimiento Territorial, originaria de Edomex, su segunda de abordo.
¿Qué fue lo que pasó? ¿Qué ocurrió durante esas horas hacia el seno del bunker peñista? Me queda claro entonces que el asunto de la llegada de Nuño al PRI era sólo de dos interesados, para ser más elocuentes, de dos cómplices, (Aurelio y Enrique, su amigo, el Presidente), pero no era asunto de Videgaray, ni tampoco de Osorio Chong. En el momento en que el beltronismo presiónó en los medios y balconearon a Nuño, como alguien que ni siquiera era legalmente priísta, los dos flancos peñistas entraron en acción, y su veredicto fue en contra. Era mucho más rentable colocar en el PRI a Beltrones, dueño de experiencia política, que a un inexperto como Nuño. Esa fue la realidad: Nuño Mayer no se cayó, lo tumbaron. Y no fue Beltrones el que lo empujó al precipicio, Manlio, sólo se sentó a ver como el huracán interior levantaba en vilo a su oponente.
¿Ahora, si no sucede otra cosa inesperada, qué es lo que sigue? Habrá que ver si Beltrones tiene la suficiente manga ancha para operar, como él sabe hacerlo. La primera interrogante, que involucra a Tamaulipas, es si a Manlio le aprobará el Presidente sus candidatos a la gubernatura.
PROS Y CONTRAS DEL BERNALISMO EN Tamaulipas
La llegada de Beltrones al CEN del PRI puede operar paradójicamente en contra de Marco Bernal, pues estaríamos hablando de que Manlio no podría ser juez y parte. Pero bajo un segundo enfoque, obviamente las posibilidades de Bernal se fortalecen, pues cuenta con un factor de peso a nivel nacional, para proponerlo ante el Presidente Peña Nieto. En consecuencia, estaríamos asistiendo como tamaulipecos al mejor momento político de Bernal, desde que buscó la gubernatura por primera vez, en la sucesión de Manuel Cavazos Lerma.
CONFIRMA EL TRIFE, LAS OCHO DE OCHO PARA EGIDIO
Ayer, el gobernador Egidio Torre Cantú recibió dos excelentes noticias. Primero el TRIFE le notificó a su partido, el PRI, que las impugnaciones opositoras sobre los ocho distritos ganados en la pasada elección federal no prosperaron. Y que los triunfos priístas son legítimos. El PAN había impugnado las victorias priístas en Nuevo Laredo, Reynosa, Río Bravo, Madero y Tampico. Fundamentalmente el territorio cabecista, donde el grupo del ex alcalde reynosense del PAN fue aplastado electoralmente hablando en Tampico, Río Bravo y la derrota más dolorosa en Reynosa.
Y bueno, la segunda noticia sonriente para el gobernador, fue que su amigo Manlio Fabio Beltrones llegó a la Presidencia del CEN priísta. Egidio nunca ha escondido sus simpatías por Manlio, y hace algún tiempo, lo invitó al Poliforum de esta capital para ofrecerle un evento muy significativo, de mucha convocatoria ciudadana. Con Manlio en el PRI, es muy probable que ETC se entienda a la perfección.
POSDATA: ¿Qué consecuencias tiene la llegada de Beltrones para la sucesión tamaulipeca? Pudiera ser el reconocimiento a la verdadera militancia. Manlio viene de las entrañas del sistema. Y valora a los que tienen callos en el oficio. Ya veremos si no le amarran las manos al controversial sonorense.




