CIUDAD MADERO, Tamaulipas.- Hay temor entre los 8 mil 427 trabajadores jubilados de Petróleos Mexicanos de la zona sur de Tamaulipas por la posibilidad de perder sus derechos laborales y una significativa reducción en las prestaciones obtenidas durante su periodo en activo.
Joaquin Hernández Correa, presidente del Grupo Unificador, Nacionalista y Humanista revela que hay incertidumbre entre los trabajadores en retiro de la empresa productiva.
“Veo entre mis compañeros jubilados que hay miedo, hay incertidumbre, en las redes sociales se manifiesta con mayor apertura de los trabajadores petroleros que no saben lo que va a pasar”.
La realidad, agrega es que en las últimas semanas decenas de trabajadores de la Refinería “Francisco I.
Madero” son jubilados y no pueden ceder los derechos de su planta laboral a sus hijos.
“Lo que sí es palpable es que muchos fueron jubilados en el último mes, y su última plaza en el nivel escalafonario no se está cubriendo”.
Los jubilados, comenta, están temerosos de que se les deje de proveer la gasolina, el gas, y prestaciones que se obtuvieron a través de la ley, a causa de una disminución en las partidas presupuestales causadas por la caída del precio del petróleo.
“Los jubilados no tenemos la culpa de que el precio del barril del petróleo se encuentre en los niveles más bajos de su historia, no es nuestra responsabilidad, y no queremos que esto nos afecte”, dijo.
Existen informes, comenta, de que el cincuenta por ciento del gasto que representa el pago de pensiones para los trabajadores petroleros se traduciría como deuda pública absorbida por el Gobierno Federal y el resto por Petróleos Mexicanos.
Los ex empleados, advierte, no son responsables de la aprobación de los altos salarios de un grupo de hombres y mujeres de confianza que trabajan en las altas esferas de Petróleos Mexicanos.
De acuerdo con el ex alcalde de Ciudad Madero, se estima que dentro de las áreas gerenciales los sueldos van desde los 80 mil y hasta los 150 mil pesos para los rangos superiores. “Ahí, en ese rubro es donde deben aplicarse los ajustes de salarios, y no perjudicar a los ex trabajadores que durante décadas prestaron sus servicios”, dijo.




