6 diciembre, 2025

6 diciembre, 2025

Alerta huelga de reos en Bolivia

Internos de las prisiones de La Paz y Potosí en el occidente del país se declararon en emergencia y amenazaron con sumarse a la huelga de hambre que iniciaron el lunes unos 155 presidiarios de la cárcel de Palmasola, la más grande de Bolivia

MÉXICO, D.F.- Reos de una peligrosa y hacinada cárcel boliviana, visitada por el papa Francisco en julio, viven una huelga de hambre en reclamo de mejores condiciones, la cual amenaza con extenderse a otros penales.

Internos de las prisiones de La Paz y Potosí en el occidente del país se declararon en emergencia y amenazaron con sumarse a la huelga de hambre que iniciaron el lunes unos 155 presidiarios de la cárcel de Palmasola, la más grande de Bolivia, a 540 kilómetros al este de La Paz, informó por teléfono a la emisora Erbol Víctor Hugo Mendoza, representante de los reos de la prisión paceña.

El Papa Francisco se reunió con presos de Palmasola en su visita a Bolivia a principios de julio y en esa ocasión exhortó a las autoridades a mejorar las condiciones carcelarias.

Luego de la visita de Francisco al penal, donde en 2013 se enfrentaron los reos con un saldo de 35 muertos, las autoridades determinaron subir de 6.6 a 8 bolivianos (0.93 a 1.15 dólares) el bono diario de alimentación para cada recluso.

La huelga exige que ese monto sea elevado a 25 bolivianos (3.6 dólares) y otros beneficios, como la mejora de la asistencia de salud y la construcción de talleres de terapia ocupacional.

Un incendió devoró la carpintería de ese penal el domingo sin provocar víctimas, pero activó la protesta de los reos por mejores condiciones.

«Los caballos del Ejército y los canes adiestrados de la Policía reciben una mayor asignación del Estado que los prisioneros», declaró a una televisora local Fidel Herrera, representante de los presos de otro penal en el sur del país.

El Ministro de Gobierno (Interior), Carlos Romero, consideró que pedir que el bono diario de alimentación sea 25 bolivianos era una distorsión, ya que entonces los centros penitenciarios se convertirían en un premio para quien delinque.

Más de 13 mil internos viven en cárceles superpobladas del país y el 80 por ciento no tiene condena por la mora judicial, según varios estudios.

Respecto de la solicitud de una extensión de los beneficios de libertad, Romero sostuvo que son delitos que están fuera del alcance del indulto y la amnistía.

«Lamentablemente, ese tipo de demandas no las podemos atender», afirmó.

Las cárceles bolivianas sufren un grave hacinamiento y son, según la OEA, las segundas más sobrepobladas de Latinoamérica, después de las de El Salvador.

Los penales en Bolivia tienen una capacidad aproximada de 5 mil plazas, pero actualmente albergan a unos 15 mil detenidos, aunque el Gobierno aclara que la cifra bajó por recientes indultos.

Además del hacinamiento y la corrupción policial, los presos son víctimas de la lentitud del sistema judicial. Según denuncias de instancias internacionales, más del 80 por ciento de los detenidos no tiene condena judicial firme.

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