GEVGELIJA, Macedonia.- Cientos de migrantes cruzaron a Macedonia desde Grecia, horas después de que la Policía macedonia empleara gases lacrimógenos para dispersar a las miles de personas que se agolpaban en su frontera.
«La Policía se apartó y entramos. Nadie nos detuvo», indicó uno de los migrantes, sin revelar su nombre.
«No sé por qué nos están haciendo esto», dijo a Associated Press, Mohammad Wahid, procedente de Irak.
«Yo no tengo pasaporte ni documento de identidad. No puedo volver y no tengo a donde ir. Me quedaré aquí hasta el final».
El incidente se produjo en una zona fronteriza entre la localidad griega de Idomeni y la ciudad macedonia de Gevgelija, que los migrantes utilizaban estos días para pasar ilegalmente a Macedonia.
Los migrantes, que intentaron franquear las alambradas que habían sido colocadas, resultaron ligeramente heridos por el estallido de los granadas aturdidoras, que provocaron una densa humareda blanca.
Poco después de los disturbios, un portavoz del Ministerio de Interior de Macedonia, Ivo Kotevsk, indicó que se estaba permitiendo el acceso a un número de inmigrantes -que no determinó- al que el país pueda proporcionar transporte o atención sanitaria.
«Estamos permitiendo la entrada a un número que corresponda a nuestra capacidad para transportarles o darles los cuidados médicos y tratamiento apropiados», indicó. La decisión sólo afecta a los colectivos «vulnerables», precisó el Ministerio en un comunicado.
Cruzaron principalmente mujeres embarazadas y familias con hijos, según la agencia Agence France-Presse.
Este mismo día, al menos mil personas habían empujado el cordón policial macedonio en la frontera. Una decena aparentemente se desmayó por la aglomeración. Se escucharon gritos y el persona médico trató a quienes se desmayaron o resultaron heridos, según un testigo.
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, António Guterres, pidió al Gobierno macedonio que establezca una gestión ordenada de sus fronteras y expresó su preocupación por la situación crecientemente precaria en la frontera.
Esto tras el uso de medios antidisturbios para dispersar a los refugiados que intentaban entrar desde Grecia, indicó la agencia de la ONU para los refugiados, ACNUR, en un comunicado.
Guterres habló con el Ministro macedonio de Exteriores, Nikola Poposki, y recibió garantías de que la frontera no será cerrada en el futuro, agrega la nota.
Macedonia emitió un decreto de emergencia para cerrar su frontera con Grecia ante la llegada diaria de entre mil 500 y 2 mil personas en las últimas semanas, 10 veces más que el número habitual previo al verano.
Estas personas se han ido concentrando en una estación de tren cercana al control fronterizo de Gevgelija, el lugar de donde fueron dispersados.
La ONU solicitó al Gobierno macedonio que, al menos, abra sitio en la frontera para permitir que los migrantes, en su mayoría refugiados sirios, no sufran problemas de espacio.
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Grecia está en el centro de una oleada migratoria sin precedentes.
La mayoría de quienes llegan a suelo griego huyen de la guerra y los conflictos en Siria y Afganistán.
En lo que va de año recibió a más de 160 mil personas, muchas de ellas tras cruzar en balsas de plástico desde la costa de la vecina Turquía, un flujo que ha sobrepasado a las autoridades en Atenas y las pequeñas islas en el Egeo.
Pocos, sino ninguno, de los migrantes que llegan a Grecia quieren quedarse en un país asolado por la crisis financiera.
La gran mayoría se dirige directamente a la frontera norte con Macedonia, donde se hacinan en trenes para cruzar Serbia y Hungría en su camino hacia naciones más prosperas como Alemania, Holanda y las escandinavas.




