MATAMOROS, Tamaulipas.- Este viernes, el peso mexicano culminó la peor semana de que se tenga registro frente al dólar norteamericano influido por una serie de factores externos que se conjugaron con malas expectativas económicas en el país.
Los problemas para el peso se agudizaron desde hace mes y medio cuando en los primeros días de la segunda quincena de julio, la paridad rompió la barrera de los 16 pesos por dólar.
Hace un mes el dólar ya se cotizaba en los 16.28 pesos, y para el 4 de agosto la moneda norteamericana se vendía en 16.57.
En la primera mitad del año, el dólar se había encarecido como consecuencia de un mejor panorama en el dinamismo de la economía de los Estados Unidos lo que hacía prevé al mercado cambiario que la Reserva Federal (el banco central de Estados Unidos) podría subir las tasas de interés para que la gente invierta su dinero en el banco y no contribuya a generar inflación que complique la expansión económica.
Fue a inicios de esta semana cuando el peso se depreció frente al dólar de manera acelerada por factores externos.
Y es que a la expectativa de un inminente aumento en las tasas de interés en Estados Unidos se agregaron datos negativos de la expansión de China donde se confirmó un menor crecimiento de la que es considerada como segunda mayor economía del mundo en inminente inicio de desaceleración. China devaluó su moneda también esta semana.
Al mismo tiempo, los precios internacionales del petróleo cayeron aún más esta semana.
Y es que si China que es el principal demandante de petróleo no va a crecer, en consecuencia no va a ocupar petróleo por lo que los niveles de abastecimiento seguirán altos y no se está comprando más en el mundo lo que genera una especie de expectativas de un mercado mundial de energéticos bien abastecido.
En México la situación se complicó más pues según los reportes divulgados, la mezcla mexicana de exportación cotizó en un promedio de 37.50 dólares por barril, una caída de 1.70 por ciento, igual a 65 centavos de dólar.
En medio de este entorno adverso, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) ajustó su pronóstico de crecimiento para este año de2.2y3.2aunode2y2.8por ciento, respectiva.
Ya antes, el Banco de México anunció la semana pasada que también revisaba a la baja su expectativa de crecimiento anticipando que el entorno económico sería menos favorable que el año pasado y se prevé que grupos financieros, organismos internacionales y del sector privado comenzarán una ronda de revisiones a la baja de la expectativa de crecimiento para el 2015 fundamentado en un persistente contexto internacional adverso.
Bajo estos factores que ya se anticipaban, desde el lunes 17, la divisa norteamericana se ubicó en los 16.72 pesos por dólar y así se mantuvo hasta el miércoles que se cotizó en 16.90 pesos.
Finalmente el jueves 20 de agosto rompió la barrera que los analistas llaman psicológica de los 17 pesos por dólar y el viernes se ubicó en 17.28 pesos. Para Tamaulipas, desde que comenzó la volatilidad, las empresas de manufacturas que operan en la franja fronteriza estarían perdiendo por mes unos mil 387 millones de pesos como consecuencia de la depreciación del peso mexicano frente al dólar norteamericano. Asimismo, más de 605 compañías importadoras establecidas en la entidad enfrentaron un encarecimiento en sus insumos como resultado de una depreciación de más del 3.76 por ciento de la moneda mexicana.
En la frontera de la entidad se ubica el 80 por ciento de las 104 mil empresas que operan en la entidad las cuales importan en el 75 por ciento de sus insumos.
Estas empresas están gastando más, vendiendo menos y ocupando a más gente.
Y es que la volatilidad en el tipo de cambio provocó la presión mas intensa en las tesorerías de las empresas tamaulipecas de manufactura que consumen insumos provenientes del exterior y afecta a las expectativas de inversión, consumo y producción de la estructura productiva estatal por el vínculo que existe de la economía de Tamaulipas con la economía norteamericana.
Hasta ahora, no se ha reflejado un traslado del alza en los costos de importación al mercado local y los analistas, el Banco de México y las propias autoridades están descartando un aumento en los precios (inflación).




