CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- La reforma energética aumentará el declive económico de los empleados del sector petrolero que se desarrolla en Tampico, mismo que durante los recientes 10 años ha registrado pérdidas en plazas laborales y de producción, afirmó el doctor en Ciencias Económicas e investigador de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT), Jorge Alberto Pérez Cruz.
«Es un tema interesante porque hay una expectativa muy alta respecto a la posibilidad que podría representar el sector energético para el crecimiento y desarrollo del estado. Sin embargo, esta expectativa no es del todo fundada», declaró.
Tamaulipas ocupa el cuarto lugar nacional en el ranking de estado donde se extrae petróleo para Petróleos Mexicanos (Pemex). Sin embargo, el porcentaje que abona es mínimo, apenas 4 por ciento, en comparación con Campeche, donde se extrae 57 por ciento de todo el petróleo, Tabasco, con 28 por ciento, y Veracruz. Por ello, califica que de 2003 a 2013 el comportamiento en la extracción es irregular, con tasas anuales de crecimiento de 5 por ciento; por debajo de la media nacional.
El doctor Pérez Cruz puntualiza que la producción de productos derivados del petróleo es la actividad que coloca al estado en mejores posiciones. En las industrias petroquímicas se procesa el 6.5 por ciento de la producción nacional. Empero, aclara, todavía no existe la visión de atraer inversión en la generación de productos con valor agregado, es decir, bienes hechos con los derivados del petróleo.
En el aspecto laboral, el investigador apunta que la ocupación de mano de obra se ha sostenido. De acuerdo a datos del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), El estado de Tamaulipas en 2004 registró 136 mil empleos. Diez años después, en 2014 registró 134 mil 500 empleos. Esto representa que se perdieron mil 500 trabajadores en una década.
Cerrando el foco sobre el panorama en el primer lustro del siglo 21 en Ciudad Madero, donde más que extracción hay producción de derivados del petróleo, había 5 mil 164 trabajadores. Actualmente hay 4 mil 311 trabajadores. En dicho municipio se perdieron 853 fuentes de trabajo relacionadas principalmente con Petróleos Mexicanos (Pemex).
«Esto habla de que el municipio no genera empleo. Hay que ser claro, cuando nos referimos a inversión debe ser con el objetivo de incrementar el empleo y el nivel de bienestar de la población. En la última década en el sur de Tamaulipas no se ha generado empleo en el sector petrolero».
Agregó que la poca inversión en el sector petrolero, que durante una década ha oscilado entre el 1.66 y 4 por ciento del monto nacional, ha influido en la caída en la generación de nuevos empleos relacionados a la extracción y producción de bienes con valor agregado.
El académico considera que la cantidad de empleados petroleros que laboran en Ciudad Madero no representa un porcentaje destacado dentro del universo total de fuentes laborales. De los 31 mil 600 nuevos empleos generados en 2014. Solamente el 3.2 por ciento fueron plazas petroleras. En 2004 la proporción era de 3.78 por ciento. «En resumen, los empleos petroleros son importantes pero no tan relevantes».
No obstante, Jorge Alberto Pérez precisa que los salarios percibidos en Pemex son importantes, por el monto mínimo que oscila entre los 8 y 12 mil pesos mensuales, para el sur de Tamaulipas. Los sueldos de los trabajadores del complejo refinador impactan en la cadena de consumo de los comercios establecidos, a diferencia de las percepciones de empleados de otros sectores muy activos, como el ramo de servicios.
«Uno de los municipios con más altos salarios es Ciudad Madero, porque tienen una cantidad de trabajadores petroleros que es significativa pero si son los que más ganan, y esto provoca que haya una buena derrama. Altamira tiene 5 mil trabajadores en la industria petroquímica. La derrama se da por los ingresos petroleros que son los que más generan. En comparación a Tampico y Altamira (en Ciudad Madero) son los sueldos más altos», sostuvo.
EL FUTURO DE LA REFORMA
Sobre los primeros aspectos de la reforma energética y los cambios en la estructura de Pemex, el académico del área de Economía critica el mal manejo de la ahora empresa nacional y la decisión de despedir a trabajadores activos y adelantar las jubilaciones de obreros.
«El hecho de que hacerla más chica para compartir el pastel de petróleo con los privados obliga a despedir gente. La reforma debe servir para regular las acciones del Sindicato, que tenga un carácter de revisión pública no solo de revisión interna. Si esa situación se regula créeme que Pemex pudiera subsistir», mencionó.
De acuerdo a los estudios en economía en experiencias de otros países, advierte, que los trabajadores despedidos se contratarán con las empresas privadas, bajo condiciones pésimas. Por ejemplo, adelantó, los montos ofrecidos a la mano de obra mexicana no será similares a los existentes en el entorno internacional.
«Estarán por deban porque la reforma laboral aprobada en 2012 lo permite. Además, se les dará la menor cantidad de recursos y de prestaciones. Esto es lo que busca el capital extranjero. Lo que hace Pemex es un acto de irresponsabilidad producto de la reforma».
Para el doctor Pérez Cruz la única oportunidad que resta impulsar es la inversión con capital nacional en la producción estatal de bienes petroleros con valor agregado. Por ahora en Ciudad Madero se genera el 48 por ciento de los productos derivados del llamado «oro negro». El 17 por ciento de los productos contiene un valor agregado que representa bienestar a la población con la derrama económica que conlleva.
«Esto llama la atención para preguntar ¿cuál es el objetivo de la reforma? Es inversión que tenemos que vincularla con generación de empleo y niveles de bienestar, lo cual en lo que hemos revisado del periodo no hay generación de empleo. No podemos hablar de un sector petrolero dinámico, por lo contrario se han perdido fuentes de empleo», concluyó el investigador.




