8 diciembre, 2025

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Durante 44 años dio vida al agro…

La presa Vicente Guerrero, es considerado el sexto embalse más grande de México y uno de los principales de América Latina, ya que a lo largo de sus casi 44 años de vida, permite el desarrollo agrícola y pesquero de municipios como Güémez, Padilla, Abasolo y Soto la Marina

CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- La presa Vicente Guerrero, es considerado el sexto embalse más grande de México y uno de los principales de América Latina, ya que a lo largo de sus casi 44 años de vida, permite el desarrollo agrícola y pesquero de municipios como Güémez, Padilla, Abasolo y Soto la Marina.

Fue en el año de 1968 cuando el gobernador Manuel A. Ravizé, daba a conocer el inicio de la construcción de la presa. La intención era la de construir un embalse que permitiera dotar de agua suficiente a los productores agrícolas de la región de Abasolo y Soto la Marina, así como para el consumo humano y el desarrollo de la pesca, que beneficiaría a municipios como Padilla y Güémez, principalmente.

Fue el 27 de septiembre de 1971, cuando por fin la presa fue puesta en operación, la cual contaba en aquel entonces con una superficie cubierta de agua de 36 mil hectáreas.

Pudo mantenerse en todo su esplendor al existir lluvias abundantes que permitieron que los caudales de los ríos Purificación, Corona, San Marcos y el Pilón, mantuvieran por arriba del 100 por ciento la capacidad del vaso lacustre.

Así fue durante los primeros 10 años de vida, donde hubo ocasiones en que se tenían que realizar desfogues de agua, por la crecida que registraron los ríos en aquella época.

Esto permitió que se realizara un detonante desarrollo en este lugar, donde a la orilla del agua fueron construidos centros turísticos que hoy se conocen como el Patronato del Lago de Guerrero.

Fue en el año de 1973 cuando se realizó la siembra de diversas especies de peces como lobinas, tilapias, bagres, catán y carpas, para el desarrollo de la pesca.

Esta situación empeoró por la intensa sequía que invadió al estado en los siguientes 7 años, donde las lluvias cesaron y los escurrimientos fueron mínimos.

Fue en los años 2002 al 2004, cuando la presa registró sus mínimos históricos al llegar a contar con apenas un almacenamiento del 14 por ciento de su capacidad, tiempo en que se vivieron las peores sequías de Tamaulipas.

A partir del 2005 la presa registró una recuperación al ordenarse un mayor control por parte de la Comisión Nacional del Agua, que cerró las compuertas y permitió que para el 2006 alcanzara nuevamente un nivel superior al 60 por ciento.

Fue a partir de las lluvias generadas en el 2010 por el huracán Alex, que la presa se mantiene por arriba del 100 por ciento o en ese nivel, a pesar de que año con año se destinan más de 430 millones de metros cúbicos para el riego agrícola y el consumo humano de ciudad Victoria.

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