CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- Durante años fue considerada un paraíso.
En sus aguas navegaban secretarios de Estado, gobernadores, líderes empresariales, pescadores deportivos de talla internacional y personajes de relieve mundial. Su nombre evocaba trofeos, diversión y aventuras. Eran los días de gloria de la presa Vicente Guerrero.
El presente de este vaso, considerado en su época de oro como la catedral de la captura de lobina, arroja una realidad que deja atrás los límites de la crisis y se adentra en los terrenos de la tragedia. Como muda prueba del desplome, duerme en el abandono, entre grietas y matorrales, la pista de aterrizaje que recibía semanalmente en los exclusivos campos Big Bass, El Sargento o Villa Náutica, docenas de avionetas con extranjeros o políticos de primer nivel que pagaban en dólares y hacían florecer la economía regional.
El que fue cuerno de la abundancia tuvo su cúspide en los años 1987 y 1988, cuando el entonces secretario de Hacienda y Crédito Publico, Pedro Aspe Armella, en compañía de su equipo, acostumbraba llegar a la presa para pescar, además de incursionar en la cacería de la Paloma de Ala Blanca.
Los personajes eran tan numerosos como variados. Uno de ellos, quien gustaba también de la pesca de lobina en las aguas de la Vicente Guerrero, era el promotor mundial de boxeo, Don King, inconfundible por su singular peinado y su gran estatura, el cual en varias ocasiones visitó el lago. También hay quien asegura que el ex presidente de los Estados Unidos, George Bush, cuando era gobernador de Texas, en varias ocasiones llegó a pescar en esta presa tamaulipeca.
Hoy, la abundancia se convirtió en supervivencia y en algunos casos, hasta en la extinción.
Campos turísticos privados como La Paloma, El Big Bass, Corona Lodge, El Halcón, La Isla, Campo La Tortuga, Hacienda Las Palmas, Lago Guerrero, El Sargento, Villa Náutica y Campo Lago Vista, apenas sobreviven con los pocos pescadores nacionales y locales que llegan para participar en los diversos torneos que se organizan.
De otros sólo existen ruinas, que han quedado en el olvido luego de que ha resultado incosteable su reapertura.
Esto originó el cierre de centros como el Big Bass, La Isla, Hacienda Las Palmas, Rancho Hacienda Don Quixote, Rancho El Caracol, estos dos últimos ubicados en el municipio de Jiménez, los cuales también ubicados cerca de la presa Vicente Guerrero.
Estos centros turísticos permitían dar empleo a más de 400 personas, las cuales trabajaban como guías de pesca, de caza, cocineros, choferes, mozos, entre otros, quienes ahora se dedican a la pesca en su mayoría o a la agricultura en sus comunidades, en los municipios de Güémez y Padilla.
GENERABAN HASTA 2.5 MILLONES DE DÓLARES EN GANANCIAS AL AÑO
La pesca deportiva en estos campos turísticos de la presa Vicente Guerrero, florecieron en los años 80 y vivieron los tiempos de bonanza hasta el año de 1999, en que registraron cifras récord de ocupación, generando ganancias hasta por más de 2.5 millones de dólares al año.
El estudio socioeconómico y pesquero de la presa Vicente Guerrero, elaborado por el Patronato Lago de Guerrero, registra la caída que ha sufrido el turismo en este sector, al indicar un descenso desde el año 2004 a la fecha.
En el documento se señala que mientras en el el año de 1999 se registró el récord de turistas atendidos, con una cifra de 4 mil 572 pescadores que visitaron la presa en ese año, a partir del año 2000 el número fue en descenso al registrar en esa fecha, la visita de sólo 3 mil 095 pescadores.
Posteriormente, en el año 2002, se registró una caída más de visitantes, la cual fue originada por la crisis económica de los Estados Unidos, provocando que sólo llegaran mil 804 pescadores, situación que no han podido superar ya que a pesar de que en el año 2004 registraron 2 mil 099 pescadores y para el 2009 la cifra volvió a descender a mil 500.
Para el 2010 la situación de inseguridad que comenzó a registrar el estado provocó nuevamente la caída del turismo de pesca, por lo que sólo visitaron la zona 800 pescadores y para el 2011 fue de apenas 500 pescadores, mientras que en el 2014 subió a 800.
Esta situación ha originado que para captar un mayor número de turistas, estén realizando eventos para atraer por lo menos a los pescadores deportivos nacionales, ofreciendo paquetes hasta de 3 mil pesos por persona por tres noches y dos días, con todos los alimentos incluidos, cuando este mismo paquete se promociona en el Valle de Texas a poco menos de mil dólares.
SE NECESITAN CRÉDITOS Y APOYOS PARA RESCATAR LOS CENTROS
Eugenio Diez Gutiérrez, representante del centro Villa Náutica, señala que ante la crisis que vive este sector en la presa Vicente Guerrero, se requiere de apoyos por parte de las autoridades para volver a reactivar estas zonas de esparcimiento que eran generadores de fuentes de empleo.
«Para revivir estos lugares se requieren de créditos por parte de los organismos gubernamentales, con el fin de contar con recursos para poder darle una manita de gato a las instalaciones para poder levantarlas», señaló.
Dijo que estos centros son generadores de riqueza, porque dan empleo a la gente de los municipios cercanos, sin embargo se requiere también del apoyo de las autoridades, ya que hasta este momento están casi en el olvido.
Afirma que esta situación ha originado el cierre de varios centros debido a la falta de turismo, que originó que no hubiera recursos para dar mantenimiento a las instalaciones.
HAY DESARROLLO INMOBILIARIO EN LA ZONA
Si bien los centros turísticos van a la baja, en la zona se impulsa el desarrollo inmobiliario en la parte sur de la presa, donde se tienen a la venta terrenos para la construcción de viviendas, cerca de la presa.
En este complejo el precio de la tierra tiene un costo de mil pesos el metro cuadrado y lo comercializa la empresa Casas y Equipamientos MAVADI, con sede en San Luis Potosí.
Aquí se observa un desarrollo urbanizado con pavimentación, servicios de energía eléctrica y agua.








