MATAMOROS, Tamaulipas.- La industria restaurantera, la hotelería y los servicios médicos en la zona fronteriza, son los que más se han visto beneficiados con la devaluación del peso mexicano frente al dólar, porque son sectores muy competitivos, que están atrayendo a residentes del sur de Texas, que se están ahorrando en algunos casos hasta un 50 por ciento en sus gastos en comparación con los precios y costos que tienen en los Estados Unidos, afirmó el economista y empresario, Pablo Reyna.
Durante una conferencia ante directivos y socios de la Cámara Nacional de Comercio, sobre la volatilidad del mercado de cambios y su impacto en la frontera, dijo que la depreciación del peso mexicano frente al dólar, que se vende en los bancos hasta en 17.50 pesos, se debe a factores externos, donde es evidente que hay acciones especulativas, que ponen en riesgo a quienes llevados por el temor estén comprando divisas tan caras, porque al estabilizarse van a enfrentar fuertes pérdidas.
Subrayó que la devaluación del peso mexicano no se debe a problemas de la economía nacional, sino a la inestabilidad que ha provocado, en primer lugar una inminente alza en las tasas de interés en los Estados Unidos, la continua baja en los precios del petróleo y la brusca caída en el crecimiento económico de China, que ha llevado a ese país a devaluar en cuatro ocasiones su moneda, buscando recuperarse.
Dijo que la inestabilidad podría frenarse una vez que la Reserva Federal de los Estados Unidos, decida aumentar las tasas dei interés a mediados del mes de septiembre, de 0.25 a l.5 por ciento, como resultado de la recuperación que ha registrado su economía.
Eso ha provocado que haya una sobredemanda de dólares, de ahorradores que ahora se están refugiando en la divisa norteamericana, poniendo en problemas a países emergentes como México.
Subrayó que el Banco de México está inyectando al mercado 200 millones diarios desde el pasado 31 de julio y 200 millones más en forma extraordinaria, cuando la depreciación del peso de un día para otro es de uno por ciento, sin que haya podido frenar la caída del peso mexicano, porque es evidente que hay maniobras especulativas de quienes pretenden hacer un gran negocio con la devaluación.
Expuso que en estos momentos, los restaurantes y hoteles, tienen en Matamoros costos hasta de un 40 y 50 por ciento inferiores a los que se tienen en Brownsville.
Los servicios médicos, agregó, son ahora mucho más competitivos con la devaluación del peso mexicano, salvo algunas especializadas, como son los servicios dentales, que por trabajar con materias de importación, no tienen la misma competitividad que otros médicos.
Los comercios, especialmente los grandes almacenes, que están cerca del puente Ignacio Zaragoza, se están beneficiando con la llegada de resientes de Brownsville, que están cruzando para compra muchos productos mexicanos.
Expuso que en estos momentos no es recomendable incrementar los precios de los productos nacionales.
En cambio, dijo que los negocios que se han visto seriamente afectados con la devaluación son los que están en la informalidad y que manejan productos de importación, como electrónica y aparatos eléctricos, porque todos esos productos han subido de precios, la misma proporción de la devaluación del peso mexicano, que es del 30 por ciento.
