18 diciembre, 2025

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Más de lo mismo

Golpe a golpe

La recomposición del gabinete presidencial no es garantía de nada, pues Enrique Peña Nieto sólo cesó a cinco de los personajes más ligados a él, aún cuando la opinión pública señala con índice de fuego a por lo menos otra decena de secretarios quienes, aparte de su impopularidad, asoman ineficacia para atender las responsabilidades conferidas.

De ellos cuatro fueron enrocados y, el resto, virtualmente ratificados.

Hubo también promociones, aunque harto cuestionables, porque los nuevos integrantes del gabinete legal no están todos experimentados. Ni probada su experiencia, en la administración pública federal.
Quienes causaron baja definitiva del equipo son:

1) Emilio Chuayffet Chemor, aparentemente por problemas de salud (deshidratación), pero hay la sospecha de que lo echaron ante la presión del magisterio con quien no fue capaz de negociar su evaluación, pese a tener todas las armas legales a su alcance para acabar con el cacicazgo y hacer valer la reforma educativa.

2) Enrique Martínez y Martínez, quien no pudo, o no supo resolver la problemática agropecuaria, por estar más ocupado en su objetivo político transexenal, hasta el grado que los productores cotidianamente llegaban, azuzados o no por la oposición, a la dependencia a su cargo, exhibiendo su opacidad para resolver la problemática.

3) Jesús Murillo Karam, por cansancio, dicen. Pero en realidad, tuvo problemas de identidad desde que dimitió como procurador general de la República; y, aunque su amigo Peña Nieto le dio otra oportunidad, no fue capaz de poner orden en su vida ni a sus pasiones, hasta el grado de ser considerado la oveja más negra del régimen.

4) Monte Alejandro Rubido García por su parte, fue arrastrado por el clima de inseguridad que (todavía) subyuga al país. Y pese a sus buenas intenciones para combatir el flagelo no pudo, aunque quizá lo intentó, dar resultados, como lo demuestra el clima de terror y zozobra que prevalece a lo ancho y largo del territorio nacional.

5) Juan José Guerra Abud, tal vez, fue sacrificado para convalidar la sacudida al árbol gubernamental, ya que, desde su posición, poco podría haberle brindado a los cerca de 125 millones de compatriotas frente a los intereses de los talamontes y traficantes de fauna en peligro de extinción o intereses económicos contaminantes.

Disfuncionales
Para Enrique Peña Nieto, sus piezas más apreciadas, en el difícil arte del ejercicio del poder, quizá son Luis Videgaray Caso y Miguel Ángel Osorio Chong –los secretarios de Hacienda y Crédito Público y de Gobernación, respectivamente–, porque hasta ahora han resultado inamovibles en sus cargos pese a sus fallas, omisiones y opacidad mostrada en tres años.

Lo deduzco porque la problemática económica (que ha arruinando al país entero) y la anarquía política interior (que padece en México) ambos se las pasan por el arco del triunfo, con la complacencia presidencial.

Y eso lo percibe el pueblo.

Sin embargo ninguno de los dos ha sido advertido que, de proseguir lastimando a la sociedad, sería aún más difícil conservar el poder.

Por si fuera poco, a Rosario Robles Berlanga (la ex amante del pillo argentino Carlos Ahumada Kurtz), José Antonio Meade Kuribreña (quien es considerado ‘el caballo negro’ por en cuarta ocasión ser secretario de Estado) y Claudia Ruiz Salinas (sobrina del innombrable), los reubica en el gabinete, como si su función anterior hubieran cumplido a cabalidad.

El colmo es haber incorporado como secretario de Turismo a Miguel de la Madrid Cordero (hijo del ex presidente Miguel de la Madrid Hurtado y Paloma Delia Margarita Cordero Tapia).

Igual, podría argumentar el señor de Los Pinos, él manda.

Pero de que presumo disfunción en los quehaceres políticos, aclaro, es tanto apreciación personal y, por supuesto, del conglomerado social.

Promoción futurista
La reingeniería del gabinete presidencial, en la víspera del tercer informe de Enrique Peña Nieto, conlleva a teorizar sobre la sucesión adelantada.
Obvio, la del 2018.

Y fue el mismo mandatario quien mandó señales, con la renovación de su gabinete.

Ahora, aparte de Osorio Chong y Videgaray Caso, entrarían al juego los virreyes promovidos y enrocados, tanto como el nuevo presidente del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) priista (Manlio Fabio Beltrones Rivera) y hasta el coordinador legislativo de la bancada tricolor en la Cámara de diputados, César Camacho Quiroz.

En fin, son simples elucubraciones.

Calendario electoral
El año próximo habrá comicios en doce entidades federativas para elegir gobernador, ayuntamientos y diputados locales.

En nueve gobierna el Partido Revolucionario Institucional (PRI); dos están en poder del membrete albiceleste y otra la usufructúa Movimiento Ciudadano (MC).

Los priistas, son: Carlos Lozano de la Torre (Aguascalientes), César Duarte Jáquez (Chihuahua), Jorge Herrera Caldera (Durango), Francisco Olvera Ruiz (Hidalgo), Roberto Borge Angulo (Quintana Roo), Egidio Torre Cantú (Tamaulipas), Mariano González Zarur (Tlaxcala), Javier Duarte Ochoa (Veracruz) y Miguel Alejandro Alonso Reyes (Zacatecas).

Por el PAN brotan Rafael Moreno Valle Rosas y Mario López Valdés (Puebla y Sinaloa, respectivamente); mientras que, a nombre del MC, es Gabino Cué Monteagudo (Oaxaca).

En teoría el tricolor, con Manlio Fabio Beltrones Rivera (a la cabeza) va con todo y por todo, pero Acción Nacional pretende conservar cuando menos las dos gubernaturas y ganar las que se puedan, mientras que, el partido propiedad del ex presidiario Dante Delgado Rannauro, apuesta a ganar con candidatos externos.

Renovación del Ietam
En la Junta Local del Instituto Nacional Electoral (INE) se registraron 149 aspirantes a ser consejeros del Instituto Electoral de Tamaulipas (Ietam), pero casi de inmediato dos fueron excluidos por no cumplir los requisitos de elegibilidad, así que en las evaluaciones de conocimientos generales en materia electoral y psicométrica la cifra se redujo a 147.

De éstos, fueron seleccionados los siete que, a partir de septiembre próximo, tendrán la responsabilidad de organizar el proceso comicial del 2016, en que se elegirán Gobernador, 43 ayuntamientos y 36 diputados locales.

Son: Jesús Eduardo Hernández Anguiano, María de los Ángeles Quintero Rentería, Nohemí Argüello Sosa, Óscar Becerra Trejo, Frida Denisse Gómez Puga, Tania Gisela Contreras López y Ricardo Hiram Rodríguez González.

El primero fue nombrado para cumplir un período de siete años; los tres siguientes, seis; y el trío restante, tres.

LXIII Legislatura
Al instalarse formalmente la LXIII legislatura de la Cámara baja, rindieron protesta 15 tamaulipecos.

La fracción priista está conformada por los diputados (uninominales) Yahleel Abdala Carmona, María Esther Camargo Félix, Edgardo Melhem Salinas, Jesús de la Garza Díaz del Guante, Miguel Ángel González Salum,

Luis Alejandro Guevara Cobos, Esdras Romero Vega y Mercedes del Carmen Guillén Vicente.

Así como por (los plurinominales) Montserrat Alicia Arcos Velázquez y Baltazar Manuel Hinojosa Ochoa.

Dos diputados de representación proporcional integran la bancada del membrete albiceleste: Elva Lidia Valles Olvera y César Augusto Rendón García; y van solos los también plurinominales Gustavo Adolfo Cárdenas Gutiérrez (MC), Rafael Méndez Salas (Panal) y Abdíes Pineda Morín (Partido Encuentro Social).

Vicecoordinadores
El coordinador general de la fracción parlamentaria priista, César Octavio Camacho Quiroz, ha modificado la estructura con que su antecesor en el Palacio Legislativo de San Lázaro, Manlio Fabio Beltrones Rivera, operó, en la LXII Legislatura.

El sonorense tuvo cuatro vicecoordinadores y el nuevo pastor tendrá 16 –de los cuales la mitad son mujeres y una cantidad igual, varones–, a fin de atender las cinco líneas en que fundamenta su proyecto.
Éstas son:
1) Seguridad para afianzar la justicia y la paz;
2) Economía para tener un país en igualdad y desarrollo equilibrado, transparente y en un marco de legalidad;
3) Gobiernos que rindan cuentas;
4) Acciones para fortalecer al campo y alcanzar la soberanía alimentaria; y
5) Un medio ambiente para el futuro.
Baltazar Hinojosa Ochoa se ocupará del segundo rubro, mientras el resto de los vicecoordinadores atenderán los otros cuatro.
Quienes aparte del tamaulipeco recibieron nombramiento, el viernes que nos antecede, son Ivonne Ortega Pacheco (ex secretaria general del PRI), Alma Carolina Viggiano Austria (ex directora de la Conafe), Enrique Jackson Ramírez (ex senador por Sonora), Javier Guerrero García (ex funcionario de Sedesol), Jorge Carlos Ramírez Marín (ex integrante del gabinete federal), Martha Hilda González Calderón (ex alcaldesa de Toluca), Tristán Canales Najar (directivo de TV Azteca), Martha Tamayo Morales (ex presidenta del PRI de Sinaloa), Nancy Sánchez Arredondo (dirigente del tricolor en Baja California), Tomás Montoya Díaz (hijo de la senadora Cristina Díaz Salazar); Georgina Trujillo Zentella (ex alcaldesa de Villahermosa, Tabasco), Yulma Rocha Aguilar, Jorge Carvallo Delfín, Yarith Tannos Cruz y Jorge Estefan Chidiac (ex director de Bansefi).

Tercer informe
Hasta donde sé, Enrique Peña Nieto no irá al Palacio Legislativo de San Lázaro a entregar personalmente su tercer informe de labores; y menos a pronunciar el mensaje político que se acostumbra cada año, por lo que el ceremonial para fijar su posición político-administrativa se haría en el patio central del Palacio Nacional.

Pero no el uno de septiembre como lo marca la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, sino al día siguiente –o sea el día dos del mes entrante–, de cara a los 31 mandatarios estatales –y ante el jefe de Gobierno del Distrito Federal–, su gabinete en pleno, empresarios, los ocho dirigentes partidistas, intelectuales y muy contados representantes de la sociedad civil.

Según prevé su equipo de prensa, esto lo haría para evitarle gastos suntuosos al Poder Legislativo, pero, en realidad, bien lo sabemos (igual lo entendemos), que sería para sortear tanto reproche de las bancadas y las corrientes de izquierda, que la ocasión aprovecharían para exigirle dé una explicación concisa del por qué no han funcionado sus reformas energética, fiscal y educativa, cuando menos.

Mensaje presidencial
El tercer informe presidencial, preveo, podría sintetizarse en cinco metas:
1) Alcanzar un México en paz;
2) Construir un México incluyente;
3) Tener un México con educación de calidad;
4) Edificar un México próspero; y
5) Consolidar a México como un actor con responsabilidad global.
Lo digo porque desde la víspera se transmiten mensajes alusivos.
En cuanto a los esquemas de seguridad, destacaría que se trabaja en coordinación con los gobiernos de los estados, municipios, el Ejército, la Armada, Gobernación y la Procuraduría General de la República (PGR), con el propósito de hacer efectivo el imperio de la ley en todo el territorio nacional.

De ahí que, tal vez, consigne que se haya abatido la delincuencia en Tamaulipas, Chihuahua y Nuevo León; se hayan capturado delincuentes de mayor rango de los más buscados, y una nueva estrategia anticrimen, tras la salida de Monte Alejandro Rubido García de la Comisión Nacional de Seguridad (CNS).

Respecto a la inversión extranjera, el señor de Los Pinos diría que se han captado miles de millones de dólares –hecho que hablaría por sí sola de la confianza de los empresarios globales–, y no sólo eso, sino también diría que el sector privado invertirá recursos para sumarse a la revolución energética por él promovida.

Igual explicaría el por qué el país requería de las reformas financiera y energética para cerrar un círculo virtuoso, que ayude a abatir precios en los combustibles y sobre todo para que repunte el mercado interno.

En cuanto a la política social, se espera que la instrumentación de la cruzada nacional contra el hambre ocupe un comentario trascendental.

Y en lo que atañe a la política del campo, quizá diga que su régimen ha destinado los apoyos que han ayudado a nuestro campo, más allá de los tradicionales, entre otras cosas.

En fin, él dirá lo que quiera, pero pocos, muy contados mexicanos, a Peña Nieto a duras penas le siguen creyendo.

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