La mala racha de Correcaminos que está cerca de convertirse en histórica, no pudo ser rota con la llegada de un nuevo técnico, en la figura de Pepe Treviño que el viernes atestiguó de primera fila un descalabro más del pajarraco que ahora perdió en su visita a Zacatecas.
Treviño se fue a la fácil, no sé cuantos partidos vería en lo que va del torneo del equipo que hoy dirige, se basó en las alineaciones pasadas y dijo ‘vámonos con estos once’. Error.
Y vaya, alguien con sus conocimientos futbolísticos debe ser respetuoso del trabajo de su antecesor, la decisión de Patiño en la portería puede no tener discusión, los elementos en ofensiva, es lo que hay, sólo que a un jugador como Pacheco, no se le puede exigir corretear la bola durante noventa minutos de partido, no porque no tenga la disposición de hacerlo, al contrario, es un jugador que da el extra en el campo, pero eso ha provocado que quienes le acompañan dejan de hacer porque creen que a sus 38 años, el brasileño se multiplicará a lo largo de todo el partido.
El grave problema, que ya lo sufre Pepe Treviño es la defensa, la falta de seguridad que tiene en la línea baja ya hicieron víctima al nuevo estratega que fue recibido con dolorosa derrota que los mantiene como penúltimos de la tabla general.
Hugo Sánchez, sólo de escuchar su nombre, leer su palmarés y conocer su trayectoria, cualquiera que eche un vistazo pensaría que es un referente en el equipo, dentro y fuera de la cancha, ícono de este cuadro, hasta consentido de la afición.
Y Hugo lo tuviera, si quisiera, pero lamentablemente el mal momento futbolístico por el que pasa hace que muy pocos se acuerden de lo que un día fue.
Y de Daniel Duarte qué le digo que usted no sepa, algo que no conozca o algo que ya hayamos comentado aquí. Un jugador que no entraba en planes, extrañamente fue contratado de nuevo, resulta que es titular y no recuerdo partido en el que no cometa errores, mismos que siempre se reflejan en el marcador. Pepe Treviño puso cara de diablo cuando Duarte aflojó la marca y le ganaron el balón para que Mineros marcara el segundo gol; los ojos le saltaban, el rostro se le enrojecía, ¿y sabe qué?, es buena señal. Lamentablemente para el técnico anterior esas eran escenas habituales y ni se inmutaba, tal vez algo le limitaba a tener un excesivo respeto por jugadores, cadenas que ojalá a Pepe Treviño no las tenga. Y de pilón, hoy llega un refuerzo, el delantero Luis Nieves, que viene de hacer muy poco en Colombia aunque acá en la división de ascenso tiene un nombre de respeto, es una variante más, siempre necesaria, pero ojo, la bronca está en la defensa, pero sobre todo, en el miedo a cambiar.