El Subsidio para la Seguridad en los Municipios, Subsemun, se convirtió en un hoyo negro donde ningún estado del país que recibió estos recursos cumplió con las metas trazadas durante el 2014, así lo revela el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, SNSP, que fue el encargado de entregar la nada despreciable cantidad de 4 mil 709.4 millones de pesos, según una nota del periódico Milenio, publicada este domingo.
De acuerdo a este programa, 268 localidades del país que presentan mayor índice delictivo donde se asienta el 76 por ciento de la población mexicana se hicieron acreedores a este apoyo.
Pero resulta que al revisar los alcances de la meta fijadam se determinó que “ninguna entidad logró alcanzar las metas convenidas y a nivel municipal solo 75 municipios lo consiguieron” de los 268 incluidos en el programa.
Cuando leo notas de este tipo entiendo porqué México sigue hundido en la violencia, si dinero para combatir la inseguridad hay, el problema radica en cómo y en qué se invierte y además no hay un seguimiento de este proceso con la atingencia que se necesita dadas las condiciones que se viven.
Mire, en la información periodística se asienta que la quinta parte de los recursos del Subsemun se destinó para adquirir mil 798 camionetas pick up y automóviles, las empresas vendedoras de vehículos han de estar felices porque a este rubro se dedicaron 904 millones de pesos.
Luego los chalecos antibalas nivel cuatro representaron 216 millones de pesos, ahora son las empresas de seguridad las que están contentas.
El resto del recurso se destinó a evaluaciones de control de confianza, infraestructura de seguridad pública municipal, proyectos culturales y depotivos, así como compra de uniformes.
Como vemos, nada qué ver con lo que la población requiere, que esos casi cinco mil millones de pesos le reporten la tranquilidad de poder andar por su ciudad, viajar por su estado, estar con la confianza de que sus bienes y su persona están protegidos. En nada de esto se refleja. Por eso insisto, la ola de inseguridad es un gran negocio, sólo hay que seguir el dinero y verificar a quiénes ha beneficiado.
Los rubros más desatendidos en este tema, indica el mismo estudio, son los de profesionalización y la red nacional de telecomunicaciones, y hasta en esto hay observaciones, ¿qué tal el sistema de comunicación y vigilancia que han desplegado los grupos de la delincuencia organizada en distintas ciudades de Tamaulipas? Ahí sí que se cumplen las metas.
“En los demás casos puede notarse claramente que se ejercieron recursos sin que se hubieran alcanzado las metas físicas en la misma proporción”, señala Milenio, “Los casos más notorios son Michoacán, Durango, Tlaxcala, Nuevo León, Chiapas, Sonora, Campeche y San Luis Potosí, destacando el caso de Tamaulipas, que únicamente logró el 30.3 por ciento de avance físico, con un costo presupuestal de 69.5 por ciento”, destaca el estudio.
Y para no ir más lejos, la Cámara de Diputados ha autorizado desde 2008 al 2015 recursos para el Subsemun del orden de 29 mil 768.9 millones de pesos. Una cifra estratosférica si se compara con los pobres resultados obtenidos a la fecha para recuperar la paz.
YA DIJO ADIÓS HIGA
Al buscar una nueva opción para abastecer de agua a Monterrey y la zona conurbada, el gobernador electo Jaime Rodríguez Calderón da al traste con un proyecto que también estaba a cargo de la empresa consentida de Enrique Peña Nieto, esposa y colaboradores.
Parece que el mexiquense dio el visto bueno para que de una vez se deseche el proyecto que ya estaba en construcción, según lo revelan las excavaciones que se observan a un lado de la carretera entre Ciudad Victoria y Monterrey, lo penoso es que una obra que daría empleo a miles de trabajadores, dejará de realizarse, pero es patético que el gobierno nuevoleonés en contubernio de la Comisión Nacional del Agua y funcionarios de Tamaulipas, Veracruz y San Luis Potosí dieran el visto bueno a una obra cuyas repercusiones ambientales son inimaginables.
Pues bien, si esto es verdad, resultará que es el Segundo contrato millonario que se le cae a la empresa donde Peña Nieto, Luis Videgaray y Angélica Rivera habían hecho transacciones para comprar casas.
El primero fue la construcción del tren rápido entre Querétaro y el D.F. donde había inversión de empresas chinas y la propia Higa propiedad de Juan Armando Hinojosa.
La construcción del acueducto contó desde el inicio con el rechazo de la sociedad civil, pero había un empecinamiento del gobierno de Rodrigo Medina por hacerlo, lo que fue postergándose hasta llegar al punto actual, donde Rodríguez Calderón dice que es viable buscar otras alternativas de abastecimiento.
Por último, el propietario de Higa se ha mantenido callado todo el tiempo desde que estalló el escándalo de la Casa Blanca, no ha dicho nada respecto a las negociaciones que ha sostenido con el grupo priísta en el poder.
Este nuevo traspiés tal vez tenga repercusiones y se decida a hablar e informar en qué condiciones se negociaron la compra de las casas y el otorgamiento de contratos millonarios para obras públicas, porque seguro que no le cayó nada bien la declaración del próximo Gobernador Constitucional de Nuevo León.
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