RÍO DE JANERIO, Brasil.- La Presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, criticó a la aplicación Uber diciendo que alimentaba el desempleo, pero aseveró que cada ciudad deberá decidir sobre cómo lidiar con el servicio que ha irritado a los conductores convencionales.
«Uber es complicado porque quita trabajo a la gente (…) Deja a los taxis con menos trabajo», dijo Rousseff en respuesta a la pregunta de un periodista.
«No es un tema fácil. Depende de las normas de cada ciudad y estado, porque no es una decisión del Gobierno federal», añadió.
Se trata de la primera declaración de Rousseff sobre este servicio cada vez más popular en las principales ciudades de Brasil y que ha generado varias manifestaciones de taxistas por una mayor fiscalización de las autoridades.
Rousseff también señaló que se debe tener una posición más ponderada en relación a los avances de la tecnología.
«La tecnología altera, lo sé porque mi abuelo hacía sillas de caballo, imaginen lo que pasó con su empleo cuando aparecieron los carros. La vida es así», reparó.
La Mandataria comentó en rueda de prensa que funcionarios públicos brasileños comenzaron a utilizar una aplicación similar a la utilizada por Uber.
El dispositivo permite un uso más efectivo y controlado de los automóviles oficiales, lo cual también redunda en un ahorro de dinero público.
Las tres principales ciudades de Brasil -Sao Paulo, Río de Janeiro y Brasilia- decidieron prohibir la aplicación desarrollada por Uber Technologies Inc que permite a los usuarios llamar a conductores de Uber para realizar viajes.
Ninguna de las prohibiciones comenzó a regir aún, ya que los Alcaldes están posponiendo su aprobación.
En la capital Brasilia, los legisladores votaron para prohibir el servicio de Uber pero el Gobernador del Distrito Federal vetó la prohibición y estableció una comisión para decidir qué es lo mejor para la ciudad.
En Río, el Ayuntamiento propuso una nueva ley para prohibir los servicios no regulados de taxi en una medida diseñada para vetar Uber.
El Alcalde Eduardo Paes aún no decidió si firmar el proyecto de ley, pero ha dicho que quisiera desarrollar una tecnología rival para los taxistas de la ciudad.
Más de mil choferes protestaron contra Uber en Río en julio, bloqueando calles y el tráfico durante la hora de más movimiento en la mañana.
En tanto, en la ciudad más grande de Brasil, Sao Paulo, una votación para prohibir la aplicación también espera la firma del Alcalde Fernando Haddad.
Los taxistas se quejan de que los conductores de Uber no están regulados correctamente y tiene pocos gastos indirectos, lo que les da una ventaja injusta.