LA HAYA, Holanda.- Donaciones, fondos de emergencia, movilización popular, la crisis migratoria provocó un gran movimiento de solidaridad con los migrantes y refugiados, sin precedente en Europa.
Por ejemplo, más de 2 mil personas se sumaron en Facebook a una iniciativa ciudadana en Austria que propone formar un convoy de coches particulares para ir a buscar, desde el domingo, a los miles bloqueados en Hungría.
«La época de los llamados a la Unión Europea y a los responsables políticos se ha terminado, llegó la hora de actuar» dicen los autores del perfil «Convoy Budapest-Viena».
Un primer convoy prevé salir el domingo por la mañana de Viena para llevar a tantos refugiados como sea posible de Budapest a Viena y de ahí, si es posible, a Alemania, señalan en la red social.
Los organizadores aseguran reaccionar a la decisión de las autoridades húngaras de suspender los trayectos ferroviarios con destino a Europa occidental, incluso para los que tienen boleto válido.
Pero este viernes cuatro militantes austríacos, sospechosos de haber querido llevar a migrantes hacia Austria, fueron detenidos en Budapest. Por este delito podían ser sancionados hasta con cinco años de cárcel en Hungría.
Tras una intervención de su homólogo austriaco Sebastian Kurz, el Ministro húngaro de Exteriores, Peter Szijjarto, aseguró que estos militantes serían puestos en libertad de inmediato.
«Estas personas van a ser puestas en libertad. Nos encontramos en una situación muy difícil, no necesitamos que la gente venga a envenenar más la situación», declaró desde Bruselas.
El Ministerio austriaco del Interior recordó el jueves que la ayuda gratuita a la inmigración ilegal es sancionable con hasta 5 mil euros de multa.
Varios miles de migrantes, que desean llegar a los países ricos de Europa occidental, siguen bloqueados en las estaciones de Hungría, en particular en la de Budapest-Keleti.
Ayuda telefónica
Al otro lado del teléfono, se oye la voz angustiada de una mujer, atrapada en un islote griego sin agua ni comida.
Desde Estrasburgo, en el este de Francia, Hatem Gheribi le contesta. Hoy se encarga de atender las llamadas para la red de ayuda a los migrantes «Watch the Med».
Varios activistas e investigadores lanzaron en 2012 esa red internacional, cuyo nombre significa vigila el Mediterráneo.
La organización recibe las llamadas de migrantes desamparados y orienta las búsquedas para localizarlos y rescatarlos.
Al igual que Gheribi, un centenar de voluntarios se dan el relevo en países como Alemania, Francia, Reino Unido, Estados Unidos, Marruecos y Túnez para contestar a las llamadas las 24 horas del día.
«Todo se hace por internet. Cada uno de nosotros se propone durante unas horas y reserva su turno en una agenda electrónica con una semana de antelación», precisó Marion Napoli, que colabora desde Italia, donde también dirige un centro de acogida.
Las tarjetas de visita con el número de la asociación se distribuyen en los países de partida de los migrantes que viajan rumbo a Europa, y también en los principales pasos fronterizos, como el puerto francés de Calais, puerta de entrada a Gran Bretaña.
El boca a boca entre refugiados permite una amplia difusión del número de teléfono.
Más allá de la asistencia telefónica, la red se encarga de cartografiar las violaciones de los derechos de los migrantes en el mar.
Sus fundadores lo definen como una sala de control marítimo en línea participativa, cuyo objetivo es contribuir a poner fin a las muertes en el mar y promover otra visión del Mediterráneo.
España crea comisión para refugiados
Por su parte, el Gobierno español creó una Comisión Interministerial, que estudiará con los gobiernos autonómicos y municipales el proceso de acogida de refugiados que le asignará la Comisión Europea (CE) a este país.
La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, informó en rueda de prensa que este asunto también lo tratará la Conferencia Sectorial de Migraciones para que junto con la nueva comisión, que ella presidirá, desarrolle el proceso.
La decisión fue tomada luego que varios Ayuntamientos (el primero el de Barcelona) se comenzaran a movilizar para formar parte de una red de ciudades refugio sin esperar la decisión del ejecutivo de Mariano Rajoy.
A la iniciativa se sumaron los Ayuntamientos de Madrid, Valencia, Cádiz, La Coruña, Pamplona, Vitoria y muchos más que son encabezados por formaciones diferentes al gobernante Partido Popular (PP).
El Ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, José Manuel García-Margallo, anunció la víspera la disposición de recibir más refugiados de los que inicialmente se habían asignado.
El próximo 14 de septiembre el Consejo de Ministros de Interior y Justicia de la Unión Europea (UE) avanzará la forma en que se repartirán los cupos de refugiados llegados la mayoría de Siria, así como de Libia a través del Mediterráneo.
La posición española se basa en la petición a la UE para crear una política integral sobre inmigración, ya que aprobar la asignación de cupos de refugiados no es resolver el problema, explicó García-Margallo.