CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- La violencia, representada por robos, vandalismo, riñas y ataques a alumnos y maestros entre otros delitos, ha convertido a las escuelas ubicadas en la periferia de Victoria en los “focos rojos” de la enseñanza pública en esta capital, ante la insuficiente vigilancia policíaca y el resurgimiento del pandillerismo.
La dimensión de los ilícitos va en crecimiento, como sucede en los casos específicos de la Secundaria Técnica de Trabajadores y la Escuela Secundaria Técnica número 71. En la primera se registró un arma de fuego y en la segunda son recurrentes las agresiones al profesorado y estudiantes.
Los planteles con mayores problemas, además de los mencionados, operan en las colonias Moderna, Linda Vista, Satélite, Azteca, Las Brisas, Luis Echeverría y Tamatán, en donde conforme al testimonio de los vecinos y padres de familia, sólo el Ejército o los agentes estatales de Fuerza Tamaulipas logra disipar los grupos que se reúnen en los alrededores de las instituciones.
“Pero sólo es un rato, porque en cuanto se van los soldados de inmediato regresan a seguir en lo mismo”, denunciaron.
Las quejas discrepan de lo señalado por el director de Seguridad y Tránsito, Jorge Díaz Álvarez, quien reconoce los ilícitos pero en su opinión van a la baja, por haber aumentado la presencia de policías y agentes de Tránsito.
Los registros oficiales dan cuenta de hechos vandálicos frecuentes en la Secundaria 71, cuya estructura se encuentra severamente dañada por las constantes peleas que se escenifican y en donde los asaltos a los alumnos son cotidianos.
Las denuncias renacieron tras cesar el operativo especial que la Secretaría de Educación llevó a cabo en forma conjunta con corporaciones de seguridad durante el periodo vacacional, para terminar con los robos en los planteles. En ese rubro, el 50 por ciento de los atracos se dieron en escuelas de Victoria.
Esta capital es parte de una larga serie de quejas presentadas en numerosos municipios como Madero, Reynosa, Nuevo Laredo, Matamoros, Río Bravo y Mante, donde directivos, maestros y padres de familia han exigido a las autoridades una vigilancia permanente ante la presencia y acoso de delincuentes.
