ALTAMIRA, Tamaulipas.- Once cuerpos que estaban a disposición de la Procuraduría General de Justicia de Tamaulipas desde hace más de un año, fueron depositados en fosas del cementerio Benito Juárez.
Se trata de personas que no están identificadas y algunas fallecieron durante los hechos de violencia registrados en la zona sur del estado.
La inhumación estuvo a cargo del área de periciales y de la Agencia del Ministerio Público, quienes colocaron cruces donde pusieron el lugar de su muerte y la fecha.
La PGJ le solicitó hace unos meses al Ayuntamiento de Altamira un predio para depositar 23 cuerpos que no habían sido reclamados por lo que requerían una fosa común, ya que en los cementerios de Tampico y Madero carecen de espacios.