MATAMOROS, Tamaulipas.- El edificio de Seguridad Pública de Matamoros, construido en las inmediaciones del Libramiento Emilio Portes Gil, con un costo de 41millones de pesos al erario público de la Federación, el Estado y el Municipio, cumple tres años de estar en el total abandono convirtiéndose en un “elefante blanco”, producto de una inadecuada planificación de las obras, porque nadie lo quiere ocupar.
Con la reja corroída por el óxido, con el zacate crecido y seco, totalmente abandonado y sin vigilancia, se encuentra el “nuevo” inmueble de la Secretaría de Seguridad Pública, edificado con recursos del Subsidio de Seguridad para los Municipios (Subsemun) y del Ayuntamiento.
Catalogada inicialmente como “Subcomandancia” de la Policía, que funcionaría paralelamente al edificio ya existente de la Secretaría de Seguridad Pública, ubicado en la avenida Marte R. Gómez, se mantiene desocupado y sin una misión precisa a cumplir dentro del nuevo esquema de vigilancia desarrollado en Matamoros.
EL COSTO
Alejandro Briseño Jiménez, director administrativo y de enlace municipal con el Programa Subsemun en el trienio cuando Alfonso Sánchez Garza fue presidente municipal en Matamoros, explicó en su momento de dónde se sacaron los recursos para financiar la construcción del inmueble.
Indicó que este edificio se construyó en dos fases, la primera fue aplicada en el 2011 con una inversión de 21 millones de pesos, que prácticamente permitió concluir el cuerpo y estructura del edificio; y la segunda fase sería donde se concluirían detalles de la obra, además de la construcción del estacionamiento, bardas e instalación de los servicios como energía eléctrica, agua y drenaje.
Esta segunda inversión se Hizo en el 2012 y fue de 20 millones de pesos, la cual se hizo en dos ministraciones; una de 14 millones 700 mil, quedando pendientes alrededor de 5 millones para la segunda ministración, recursos que llegaron en el 2012, aunque retrasados.
UN ‘ELEFANTE BLANCO’
Al realizar un recorrido por el edificio de la Secretaría de Seguridad Pública, el cual se inauguró el 13 de agosto del 2012 por el gobernador Egidio Torre Cantú y el entonces alcalde Alfonso Sánchez Garza, no ha sido ocupado para los fines con los cuales se había construido.
La misión que cumpliría dentro del nuevo esquema policial eran facilitar las operaciones de vigilancia en toda la ciudad “y en apoyo a los cuerpos policiacos, con la aplicación de nuevas tecnologías, para la profesionalización de sus elementos, para el desempeño eficaz de sus responsabilidades”, como refiere la placa alusiva fijada en la entrada del inmueble que ha estado intacto desde entonces.
Al entrar en su espacio se constató del abandono en que está inmerso; los espacios verdes del edificio totalmente abandonados; cerrado en todos sus accesos interiores; el espacio de entrenamiento destinado para los elementos que pudieran haber sido dispuesto en él, totalmente deteriorado.
No se pudo comprobar si en el interior del edificio se encotraba el mobiliario comprado para el efecto, el cual significó en su momento una inversión de 5 millones de pesos.
Entre los trabajos extras que significó su construcción fue la edificación de una barda perimetral para proteger y resguardar a los elementos que pudieran estar ocupando, además de adecuar un área de estacionamiento, que en este momento es aprovechado por los trabajadores que laboran en la edificación del Centro de Estudios Tecnológicos del Mar número 35.
Hasta el momento no hay indicios de cuál será el destino que le darán a esta costosa infraestructura los mandos encargados de la vigilancia en la ciudad, ni de cuál sea el plan de uso que le pretenda el actual gobierno municipal, por lo que el destino final que guardará esta inmueble diseñado para la acción operativa y de preparación a los nuevos elementos de la policía en la localidad es totalmente incierto.