1.- La desaparición de los normalistas de Ayotzinapa sigue mortificando a la república, y es que persiste el misterio a pesar de “la verdad histórica” proclamada por el ex procurador Murillo Karam y el llamado del supremo gobierno a los padres de familia a “superar el sentimiento”. Han transcurrido once meses y días, y pareciera que las investigaciones están en cero después del informe de los expertos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, a través del cual se rechaza la hipótesis más importante relacionada con la presunta incineración de los jóvenes.
El asunto pone en evidencia una vez más a las instituciones y es de tal magnitud que Peña Nieto ha sugerido que la citada comisión permanezca indagando hasta alcanzar el objetivo de la verdad. Lo cual es bueno y por lo tanto se agradece. La PGR por su parte, se muestra accesible a la información que pudiera servir para aclarar los hechos, aunque en este sentido consideramos que todavía se tendrán que vencer algunos obstáculos burocráticos que pudieran impedir justamente, llegar hasta las últimas consecuencias, como lo ha ordenado EPN.
El caso no deja de ser político pero también es de credibilidad y confianza hacia las autoridades, el presidente lo sabe, como también entiende la necesidad de mostrar al mundo la realidad de una pesadilla que ha dañado el prestigio de México y por lo tanto habrá que castigar a los culpables, no queda de otra. Sin embargo, también urge una auténtica solidaridad oficial con los dolientes mismos que hace casi un año lo dejaron todo e iniciaron una larga peregrinación en busca de sus hijos. Jornada que no tiene para cuándo terminar pero que rinde sus primeros frutos después del informe de la CIDH.
Hay esperanzas de encontrar vivos a los normalistas, ¿dónde y en qué condiciones?. Nadie lo sabe pero de lo que estamos ciertos es que la opinión pública comparte lo que podría ser el milagro esperado, el que con vehemencia franciscana esperamos se produzca. Un milagro que fortalecería la convicción de que este país merece mejor destino.
Este lunes los medios de comunicación más influyentes y los analistas más serios se refirieron al informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos donde cada cual a su modo ratifica que la desaparición de los estudiantes normalistas es quizá, desde el punto de vista moral, la tarea pendiente más importante por resolver.
Existe, sin embargo, varias interrogantes al respecto, ¿porqué hasta ahora hay una verdadera preocupación?, ¿qué existe atrás de todo esto?. Si como se ha dicho, se llegará hasta las últimas consecuencias y por lo tanto habrá castigo para los culpables, ¿hasta dónde llegarán las investigaciones y quiénes serán los castigados?.
La gravedad de la situación hacen suponer muchas cosas, entre éstas, no extrañemos que forme parte ya del gran escenario de la sucesión sexenal. No olvidéis que sigue vigente eso de que “en política la forma es el fondo”, una de las célebres frases de Reyes Heroles aplicadas al gran escenario del poder. En este sentido hay ejemplos que la historia consigna, como la tragedia del 2 de octubre en Tlatelolco.
De manera que el informe de la CIDH confirma la necesidad de aclarar los puntos obscuros de la tragedia de los estudiantes normalistas. Vamos a esperar con la confianza que prodiga el optimismo mexica. Por lo pronto es harto significativo que el presidente Peña Nieto acepte reunirse con los padres de familia de los desaparecidos. Ojalá sea pronto y con buenos resultados.
2.- Aurelio Nuño Mayer es un joven de 38 añitos. Estudió Ciencias Políticas y Administración Pública en la Ibero y después hizo una maestría en Londres. Fue asesor del entonces gobernador del estado de México Enrique Peña Nieto, después jefe de la oficina de la presidencia de la república y actualmente es el secretario de Educación Pública.
El funcionario en cuestión ha decidido viajar por todo el país, según sus palabras, “para estar cerca de las autoridades, de los maestros, de los alumnos, padres de familia y de la comunidad toda, a efecto de implementar un sistema de coordinación en materia educativa”. Además, asegura que se reunirá cada tres meses con los secretarios estatales del ramo para verificar avances en lo relacionado con la conocida reforma… Pues qué bueno.
Por su parte, el escribidor supone que será una buena manera de conocer la realidad educativa, en considerando que el flamante secretario poco sabe del tema. ¿Cuánto tiempo le llevará viajar por toda la república y relacionarse con autoridades, maestros, alumnos y padres de familia?. Tal vez un año, quizá dos, a lo mejor tres. Y entonces sí, ¡a trabajar!, solo que para entonces habrá concluido el sexenio.
SUCEDE QUE
Ramiro Ramos Salinas, el discreto, disciplinado e institucional líder del congreso local se reunirá este martes con amigos para celebrar su cumpleaños en un “lugar de la Mancha” del sur de la ciudad. Desde luego no se trata de ningún “destape”, sino de dejar constancia de que Nuevo Laredo también puede hacer historia o de que por allá “también hace aire”. No faltaba más. Ya sabéis que el domingo tocó a Enrique Cárdenas del Avellano, éste sí que no se anda por las ramas en sus afanes de llegarle al cargo más importante del estado.
Y hasta la próxima.