La carrera priista por la sucesión del Gobierno del Estado está llegando a un punto de no retorno. Los muchos que han mostrado su interés abiertamente no han hecho sino acelerar rumbo a la meta, y hoy parece difícil que alguien los detenga, por lo que muy seguramente llegaremos a fin de año todavía con un pelotón de dimensiones importantes.
Conciertos, cabalgatas, cumpleaños y los muy oportunos informes municipales devinieron pasarelas políticas, alfombras rojas puestas para que los suspirantes —diputados, alcaldes o desempleados— se luzcan e intenten atraer reflectores.
Ahí está por ejemplo Alejandro Etienne, el alcalde de Victoria que cada vez sacrifica más su labor como presidente municipal de la capital para repartir su tiempo recorriendo el estado como asistente a cuanto evento lo invitan.
Tanto así, que una vez más cobra fuerza el rumor de que ya lo espera una posición en el área de Desarrollo Social para que se placee sin culpa por todos los municipios de Tamaulipas, y lo conozcan ahí, donde todavía es un célebre desconocido.
Su tocayo Alejandro Guevara Cobos es quizás el que busca con más ahínco la candidatura priista.
El evento masivo en el que se autoproclamó “ahijado del pueblo”, no fue sino la prueba de que no piensa bajar la intensidad a su proyecto político. Por lo que de aquí a que termine el año, el mantense seguirá buscando figurar a como dé lugar.
El otro que ya trabaja de tiempo completo en la búsqueda de la candidatura es Marco Antonio Bernal, quien ya se instaló en Ciudad Victoria “para hacer política”, como él mismo ha explicado.
Su trabajo no es sencillo. La altura alcanzada en la política nacional no necesariamente se ve reflejada en sus niveles de conocimiento entre la población tamaulipeca. En ese sentido todavía tiene mucho por hacer.
En todo caso, estar fuera de la nómina pública para él puede resultar una ventaja: tiene 24 horas al día para apuntalar su proyecto, sin necesidad de hacer como que trabaja de funcionario.
La cabalgata y festejo de cumpleaños de Enrique Cárdenas quedará para los registros como un gran intento por atraer reflectores, cámaras y micrófonos. Sin embargo, según las crónicas de los que estuvieron presentes, al ex diputado federal le robaron el espectáculo.
Con mucho más discreción, Baltasar Hinojosa y Édgar Melhem también mueven sus fichas como parte de su estrategia para el 2016.
El matamorense es visto por muchos como el que más posibilidades tiene.
Quizás por eso está dosificando el esfuerzo, aprovechando su momento como protagonista de la bancada priista en San Lázaro.
En pocos meses, sabremos cuál de las estrategias resultó más efectiva y sobre todo si el PRI sale bien librado de este maratón que por momentos parece una de esas carreras extremas en las que se vale de todo.
Si al final después de todo los corredores y sus porristas pueden darse la mano, el PRI habrá encontrado a un candidato fuerte.