Todo comenzó como una estrategia para enfrentar al poderoso sindicato petrolero, quien, desde la capital del país, tiene el sartén por el mango.
Así era la jugada: Erasmo González Robledo, el joven diputado local, tiene la imagen y el perfil para ser el candidato del Revolucionario Institucional a la alcaldía de Ciudad Madero.
A su vez, Guadalupe González Galván, el jefe del grupo, cuenta con la estructura, la experiencia, el liderazgo y los recursos para también aspirar a la anhelada nominación del PRI a la presidencia municipal, la que ya tuvo en sus manos hace una década.
La estrategia era presentar dos cartas en la mesa de la sucesión maderense ante la única propuesta que exponga el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM), la del secretario general de la Sección Uno, Humberto Oliva Barreda.
Es decir, sería una estrategia de ‘cerrar pinzas’ bajo la apuesta de que si no fuera designado el joven diputado local, el ex alcalde podría tener posibilidad por su experiencia y en el contexto de ser una especie de ‘tercero en discordia’.
Bajo esa táctica, comenzaron a circular los primeros rumores sobre la relación sostenida entre Guadalupe González Galván y Erasmo González Robledo, considerada por algunos como la de un ‘padre-hijo’ o ‘maestro-discípulo’.
Esos rumores apuntaban a que el vínculo registraba las primeras grietas tras la tensión de buscar, cada quien por su lado, la candidatura del PRI a la alcaldía de la urbe petrolera.
Sin embargo, la estrategia indicaba que la competencia por la nominación iba a ser como una batalla de lucha libre: golpeteo practicado con anticipación, llaves ensayadas para no lastimar al contrincante y acrobáticos vuelos desde la tercera cuerda pero siempre recibido -por el adversario- con los brazos abiertos -con el objetivo de ‘caer en blandito’-.
El problema es que sucedió como en algunas confrontaciones de la ‘Triple A’: los golpes fueron subiendo de tono y las llaves se hicieron cada vez más duras hasta lastimar al contrincante. Ahí comenzaron las quejas. Aparecieron los primeros reclamos. Se suponía que todo era un ‘show’.
Así es: Erasmo González Robledo dejó de escuchar las sugerencias y los consejos de Guadalupe González Galván y se entregó de lleno al sueño de Ramiro Ramos Salinas, el líder del Congreso que quiere meterse a fuerza a la lista de aspirantes a la candidatura tricolor a la gubernatura del estado.
En esa dinámica, el joven diputado local dejó de tener presencia en las reuniones encabezadas por ‘Lupe’ en diferentes sitios de Ciudad Madero, asunto que fue cuestionado cada vez más por los integrantes del grupo del charro.
A pesar de todo, el maestro defendía al alumno y mantenía el objetivo central de la estrategia: ‘cerrar pinzas’ hacia el tramo final de la competencia por la nominación del PRI a la presidencia municipal de Madero.
Bajo esa lógica, Guadalupe González Galván instrumentó una serie de reuniones con los personajes que suenan más fuertes para obtener la candidatura priista a la gubernatura de Tamaulipas. Así, contó con la presencia de Alejandro Etienne Llano, Enrique Cárdenas del Avellano, Alejandro Guevara Cobos, entre otros, pero… nunca quiso asistir Ramiro Ramos Salinas.
La ausencia del jefe de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado en esos encuentros con la estructura de ‘Lupe’ dejaba claro que la relación con Erasmo ya se había resquebrajado. La fidelidad se fracturó. El divorcio era inminente.
Se habla que en días recientes, en uno de los salones privados del Hotel Posada de Tampico, se registró una tensa reunión entre Guadalupe González Galván y Erasmo González Robledo. El ex alcalde y el diputado local expresaron sus posiciones y la relación, virtual y prácticamente, terminó.
Al iniciar la semana, ‘Lupe’ se reunió con su grupo de amigos en ‘El Café de la Maldad’, ubicado en la zona centro. Entre los asistentes se encontraban Nacho Serna, Chema Castro y José María González Lecourtois.
Una de las frases del ex presidente municipal y actual delegado del PRI en Tampico retumbó en la cafetería: ‘Nunca le había dado tanto a alguien, ni siquiera a un hijo, y ahora me ha traicionado’.
Obvio, el comentario fue en franca referencia a su discípulo más aventajado y a quien llevó de la mano por el escenario de la política maderense, Erasmo González Robledo, al que ahora acusa de traicionar la causa y, de paso, al grupo.
Tras la lapidaria frase, quedó claro que el diputado local ya no forma parte de un equipo y una estructura que ahora apostará todo por la aspiración de Guadalupe González Galván, aunque, en realidad, él siempre quiso ser la carta número uno para ir por la nominación a la alcaldía de la urbe petrolera.
Lo que comenzó como una estrategia de ir por una candidatura, terminó en un pleito interno y en la ruptura de una relación política. ‘Lupe’ y Erasmo consumaron su divorcio.
ESTRENAN EL NUEVO PALACIO MUNICIPAL
Altamira ya tiene nuevo Palacio Municipal y la obra fue estrenada con sus mejores galas la noche del 15 de septiembre.
El alcalde Armando López Flores salió al balcón a dar el tradicional ‘Grito de Independencia’ y ondear la bandera tricolor nacional. Miles de altamirenses, que abarrotaron la plaza principal, corearon los nombres de los héroes patrios.
Tal como establece el protocolo del quehacer político institucional, el nuevo Palacio Municipal será inaugurado en próximos días por el gobernador de Tamaulipas, Egidio Torre Cantú, que en todo momento apoyó la construcción del recinto.
Armando López llega bastante fuerte a su tercer año de gobierno. Y eso fortalece el proyecto que viene.




