21 diciembre, 2025

21 diciembre, 2025

Crónica urbana

Altair, lejos y cerca de nosotros

Crónica Urbana

Ayer en Casa del Arte, de cuerpo presente, se le rindió un sentido homenaje a Altair Tejeda de Tamez, la más distinguida escritora de tres estados; Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas, tierra donde cruzó palabras, donde hizo suyas las cosas cotidianas y cantó como pocos escritores a estos tres estados que llevó en el alma y que abundó en su escritura. En el universo de Altair, refleja la sensibilidad del noreste mexicano por su psicología, por sus costumbres, por su cultura e invenciones. Juzgar su obra sin la comprensión de este panorama espiritual resulta incomprensible para el neófito sobre la imagen y querencias de estos tres estados que fueron la ventana de la gran escritora que es Altair. Tamaulipas la vio nacer, pero Victoria fue la ciudad que celebró su nacimiento, ciudad que la maestra Altair acarició desde su Ventana Dominical. Fue Altair quien descubre lo mágico de esta tierra en una de sus más venturosas obras teatrales, Yerbabuena, obra que en su momento dirigió Medardo Treviño, con un frente de jóvenes actores, con quienes colaboré con el vestuario. Fue una puesta en el CCT, que para Medardo Treviño fue el arranque de muchos de sus sueños, los de Altair y los de Medardo, que blandieron las armas de la imaginación. Consolidar el certamen de Teatro avalado por Altair ha sido una de las raíces del árbol de la cultura en Tamaulipas, y sus consecuencias en el desarrollo teatral de Nuevo León y Coahuila, hermanados con el nuestro.

Vecina mía, la dejé de ver, a pesar de que unos cuantos pasos nos separaban. Pero el sentimiento de amistad por esta mujer nunca terminó. El respeto a su obra literaria, tanto en teatro como en narrativa fue un respeto a la Señora del Teatro en cuya visión creativa encontramos muchos del rostro, del ser tamaulipeco.

Siempre me pregunté por qué Altair no estaba en las grandes librerías, en los grandes eventos de literatura nacional, siendo una figura de importancia fundamental para el teatro y la literatura en nuestro país. Tal vez, el vivir la provincia lejos de las farolas del centralismo mexicano, quizás, la ciudad que generosa muchas veces se olvida de los suyos. Lo cierto que Altair, siendo una gran escritora, vivió la modestia de su trabajo, de su silencioso y esplendoroso trabajo de vivir y de soñar en su tierra, esta lindísima Victoria que tanto amó. Sentimos a Altair, la recordamos y la celebramos en su refugio, desde su Ventana Dominical.

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