CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- Maestros y padres de familia del kinder Francisco Gabilondo Soler demandaron al ayuntamiento retirar el basurero clandestino que tiene un mes de haber aparecido frente al jardín donde se han registrado incendios, por lo que los bomberos han tenido que intervenir.
La maestra Aída García, directora de la institución ubicada en fraccionamiento Framboyanes, informó que el problema tiene más de un mes luego que desconocidos realizaron una limpia cercana y dejaron ramas secas y pedazos de árbol a la entrada del kinder.
Las educadoras de la escuela afirman que han reportado esta anomalía a la autoridad municipal en más de una ocasión, sin embargo nunca se ha enviado un camión recolector.
«El problema es que al ver que había este montón de desechos frente a la escuela, los vecinos hicieron los propios y arrojaron su basura en el lugar con lo cual se agudizó el problema».
Actualmente se ve en la esquina de Río Nilo y Río Grande un gran montón de desechos entre los cuales se aprecian cartones y envases de cerveza, papeles de baño, plásticos, mochilas y hasta ropa sucia.
“Los vecinos del andador son los que arrojan basura en ese lugar, por no querer caminar más de una cuadra para llegar al punto”, afirmó doña Julia, vecina que caminaba por el lugar.
El mal aspecto y olor que despide la basura es algo que los padres de familia critican ampliamente, por lo que exigen al Municipio que envíe su personal de limpieza. “No puede ser que después de un mes y no quitan la basura”, dijo Juana María, madre que fue a recoger a su pequeño, opinión que apoyó doña Carmen, “da mal aspecto, huele mal y es un foco de infección para los pequeños”.
Otros se limitaron a decir que muchos padres de familia no tienen automóviles y llevan a sus criaturas a pie hasta la entrada del kinder por lo que tienen que esquivar la basura.
“Los pequeños le dan vueltas a la maleza seca, además existen algunos autos que la riegan”.
Además de ser un foco de infecciones debido a los desperdicios que están en el lugar, los padres de familia temen que sea refugio de víboras, arañas y otros bichos que puedan representar un peligro para los menores.




