Efectividad y rendimiento, es lo que requerirá Correcaminos en la segunda parte del Torneo Apertura 2015 si es que sigue dentro de sus planes calificar a la liguilla por el título, donde dicen los clásicos “ese es un torneo aparte”.
Ni más ni menos, si Correcaminos tuvo un porcentaje de efectividad que rondaba el 17%, para la segunda mitad del torneo que inició el viernes ante Venados de Mérida, deberá tirarle al menos a un 80% en ese rubro, puesto que con los 21 puntos que restan por disputarse, sería prácticamente una hazaña la que escriba el cuadro naranja si se hace de un boleto a la fiesta grande aunque sea en el séptimo puesto.
Dos aspectos me llamaron la atención el viernes en el esquema planteado por Pepe Treviño frente a los yucatecos: el primero la presencia de Hugo Sánchez Guerrero, el veterano jugador de Correcaminos que fue habilitado como contención puesto que su velocidad, que ya no es mucha, ya no alcanzaba para ubicarlo como líder de la defensa central.
Lo que su experiencia, conocimientos y capacidad, no merecían, era definitivamente desperdiciarlos en una banca o simplemente explotarlos en los entrenamientos o en el vestidor, pues de los referentes que quedan aún elegibles para este cuadro es de los pocos que no está resentido de alguna lesión por lo que se requiere de una figura de su calibre dentro del terreno de juego.
Posicionado como el péndulo y distribuidor del cual depende Correcaminos en esa zona del campo, Hugo mostró buenas cosas y dejó de lado la idea de hacer de Lalo Gallegos un contención, cosa que en su vida había sido y sólo provocaba ser exhibido.
Hugo cortó avances del rival, supo salir en el momento preciso jugando con el balón y siempre tuvo compañeros cerca con los cuales darle trámite al esférico lo que le dio un poco más de movilidad al medio campo naranja.
Por otro lado la presencia de Johnny Leverón y Orlando García que por lo dicho por Treviño son sus hombres de seguridad en la defensa central, pues inclusive celebró por fin haber encontrado la dupla que se adueñara de esa delicada última línea.
Orlando tuvo un juego excepcional ante Mérida y no dudo que pronto retome el ritmo que le llevó a ser considerado por Joaquín del Olmo hace un par de años que lo debutó cuando apenas tenía unos meses de haber llegado a la institución y en Tercera División,
Como extra: Rubilio Castillo fue contratado para hacer goles, el viernes se destapó con el primero y la cosecha tiene que continuar, porque el hondureño es la esperanza en ofensiva de Treviño, de Correcaminos y de Victoria para intentar que el pajarraco reviva.