1.- Podrían desaparecer los partidos políticos en México. Es una hipótesis (“supongancia” dicen los rancheros), que el escribidor se atreve a señalar cuando el régimen federal se encuentra a la mitad del camino y algunos estatales estarían por iniciar el próximo año. Es un atrevimiento, insisto, y más que eso una osadía porque dichas organizaciones mantienen el control contante y sonante y seguro lo defenderán con las uñas, (dicho sea con todo respeto), hasta las últimas consecuencias y pue-que más allá.
Usted dirá que sería tal vez la última sorpresa que nos brindaría la democracia antes de pasar al retiro por falta de solvencia, tomando en cuenta que los partidos retienen con admirable eficacia lo más poderoso que es don dinero, mismo que con singular prestancia aportamos los contribuyentes, y por lo tanto está super difícil que suceda. Ahora sí queda aquello de que les pagamos para que nos peguen. Y vaya que le ha dado duro, sobre todo a los sesenta millones de mexicas de a pie.
El asunto es que la pérdida de confianza hacia las instituciones conduce a los anhelos más descabellados, que no por eso dejarían de ser benéficos, como la probable desaparición de los partidos políticos. Pero vamos por partes: en primer lugar el fenómeno “bronco” alerta a la clase política sobre el surgimiento de algún carismático que proponga caminos de más enjundia para salir del atolladero logrando por lo mismo, el triunfo en las elecciones del 018 sobre cualquiera que le pongan enfrente los partidos oficiales que a saber ya son cinco: PRI, Verde Ecologista, PANAL, PAN y PRD mismos que jalan la cuerda para el mismo lado con todo y los berrinches de los últimos dos que de vez en vez les son compensados con más poder …y más dinero.
De manera que el supremo gobierno se resiste a la participación de políticos “mostrencos” al tiempo que los combate y hace lo posible por contenerlos por la obviedad del peligro que representan. Ahí están a lo largo y ancho del país con todo y el freno que no hace otra cosa que empujarlos hacia la gran aventura, “como que los excita” diría aquel. Y son justo estos “independientes” los que podrán firmar el acta de defunción de las organizaciones que hasta ahora han servido solo para afianzar una minoría que siente pasos en la azotea y cosquillas en rincones innombrables.
2.- Desde luego lo más preocupante para quienes mantienen la hegemonía institucional es perder la presidencia de la república. Y por supuesto a quien menos desean es a López Obrador, tanto que para evitar su candidatura procuran los arreglos necesarios. En este sentido dicese que no extrañaría le colocaran de adversario inmediato en el objetivo de golpear sin excusa ni pretexto, al gobernador neolonés electo Jaime Rodríguez, ahora que el hombre ha sido sometido “al gran interés nacional” sin derecho a réplica so pena de abandonarlo en pleno desierto presupuestal, sea sin recursos monetarios a la vista del portador.
El supremo gobierno, sabe, bien que lo sabe, que a la mitad del mandato no se vislumbra dentro del gabinete quien pueda evitar la llegada de AMLO a Los Pinos el cual es capaz de lanzarse al ruedo con o sin partido. Está claro que “el peje” no requiere de más apoyo que el logrado de parte de quienes ahora más que nunca lo consideran como la mejor opción.
Lo dicen incluso los personeros del poder filtrados a los medios de comunicación. Coadyuva el desgaste sufrido cuando menos en dos funcionarios que desde el inicio del sexenio fueron señalados como probables sucesores. Ni cómo negar que los titulares tanto de la secretaría de Gobernación como de Hacienda, han sido destinatarios de la crisis política y económica que vivimos, quizá no por sus personas sino por lo delicado de sus tareas. ¿Creeríamos entonces que en el 018 el PRI se podría quedar sin candidato presidencial?. A lo mejor, podría ser, igual y si, tal vez, quien-quita, en una de esas…uno nunca sabe. Anda tan revuelta la situación que en tres años puede suceder todo, o nada, recordando que las crisis en México pasaron a ser como desayunos “light”, es decir, casi sin salsa, poco huevo y café de color indefinido. Sease pura tragedia.
¡GRACIAS MATAMOROS!.
Como os había anunciado el viernes anterior presentamos la novela “Érase un periodista” en la tres veces heroica Matamoros. El autor, es decir este columnista, no tiene palabras para agradecer a quienes lo acompañaron en tan grata y memorable jornada realizada a partir de las doce horas en el museo de Arte Contemporáneo. En verdad, muchas gracias, en especial a compañeros y compañeras que hicieron viaje especial para estar presentes en el evento, ¡salud Martha Isabel Alvarado!, y por supuesto a los hermanos(as) de oficio de la localidad, a los jóvenes estudiantes de comunicación que pasaron lista de presente y desde luego a la buena y alentadora familia que siempre es buen incentivo.
SUCEDE QUE
Cualquier hecho en torno de quienes son mencionados como aspirantes a la candidatura estatal son magnificados en función de intereses concretos. No hay que irnos con la finta, sobre todo ahora que las comisiones en la cámara de diputados serán repartidas como anticipos navideños. Por cierto, dicese que durante el aniversario de su fundación la Liga de Comunidades Agrarias fue más que nada una pasarela de cuando menos cuatro aspirantes, a saber: Enrique Cárdenas del Avellano, Alejandro Guevara Cobos, Edgardo Melhem Salinas y Alejandro Etienne Llano… Pues que bueno.
Y hasta la próxima.
