BERLÍN, Alemania.- El escándalo de manipulación de emisiones contaminantes en Volkswagen puso en peligro a una de las empresas automotrices más reconocidas, pero también podría estar amenazando a la economía alemana.
El conocido como #DieselGate sigue creciendo: 78 mil empleos en Puebla estarían en riesgo, millones de autos de la marca Audi estarían trucados y el ex jefe de Volkswagen, Martin Winterkorn, es investigado por la justicia alemana.
No se sabe todavía cómo va a terminar, pero los expertos se preguntan qué llevó a la empresa alemana a engañar por años a sus clientes y a tardar en reconocer su error.
«No se trata de bolsas de aire de emergencia que no funcionan, de frenos mal compuestos, o incluso de interruptores defectuosos, sino de cifras maquilladas a propósito de valores contaminantes del diésel», dijo Thomas Müller, experto en mercados de capital y crítico del caso de Volkswagen.
«Si el consorcio automotriz paga mil dólares por auto afectado, y sólo son 11 millones de autos los afectados, tendríamos una cifra de 11 mil millones de dólares. Esto, multiplicado por el factor 20 para tomar en cuenta las grandes exigencias de los tribunales estadounidenses y otro tipo de demandas», explicó Müller.
Pero Volkswagen es apenas una sola empresa. Junto con ella se teme que también se vaya al suelo la marca «Hecho en Alemania».