1.- El tema de las relaciones entre moral y política es un asunto viejo, debatido y nunca resuelto. La discusión sobre la política como el arte de lo posible y de la moral cívica como el ejercicio de la virtud, ha sido una barrera permanente en las utopías políticas que han pretendido la formación de un buen Gobierno, una sociedad justa y una democracia eficaz y legítima.
2.- Las campañas electorales que se avecinan serán las más difíciles y rudas que se hayan dado en Tamaulipas en muchos años, y no se van a resolver con arreglos vergonzosos de despacho o conjuras tramadas en la sombra. Estas batallas se van a decidir en las calles, en las tribunas, en los medios de difusión, en el debate de las ideas y, fundamentalmente, en las urnas.
3.- La presente lucha política registra muchos ángulos interesantes y novedosos, y difícilmente puede compararse a alguna contienda electoral del pasado. No obstante, en términos de política real, los vencedores serán quienes reúnan los tres requisitos básicos de todo triunfador: talento, dinero y “muchos huevos”.
4.- El financiamiento a los partidos y a los candidatos es una de las fuentes constantes de corrupción, y justamente este riesgo es el que ha llevado a diseñar diversas formas de control y vigilancia del dinero en la vida política.
5.- Esas distintas fórmulas implican financiamiento público, privado o mixto, en diversas proporciones y tiempos, aunque ninguna de estas pueda asegurar una transparencia absoluta, en el uso y origen de los recursos que reciben los partidos o sus candidatos.
6.- Es indudable que el financiamiento privado genera compromisos que frecuentemente implican que quien lo recibe, ya sea un candidato, un grupo o un partido, debe utilizar su representación y poder para favorecer o influir en asuntos que beneficien a los donantes.
7.- El control del “dinero político”, es uno de los temas más delicados en torno a la necesidad de la democracia, para que los partidos no sean sólo aparatos políticos al servicio de quien paga las elecciones.
8.- Por lo anterior, el viejo método de combinar “poquito” del dinero malo con el bueno, para ganar las elecciones, consolidará la democracia de los “vivarachos” que por tomar el poder son capaces de todo, pero habrán cancelado el camino hacia una democracia transparente y cristalina, donde un ciudadano signifique un voto y nada más.
9.- Para poder confiar en los candidatos de todos los partidos políticos, los ciudadanos necesitan que exhiban públicamente los documentos siguientes:
a).- Declaración de bienes, incluyendo los inmuebles que aparezcan a nombre de familiares en el Registro Público de la Propiedad.
b).- Testimonio notarial sobre el régimen de bienes que prevalece en su matrimonio, en caso de ser casados.
c).- Declaración ante notario de que no utiliza “prestanombres” en sus negocios, y de que tampoco lava dinero.