La indagatoria anunciada por la Contraloría del municipio de Madero contra los ex alcaldes Guadalupe González Galván y Jaime Turrubiates Solís, por su supuesta responsabilidad en las irregularidades de las que adolece la concesión de la obra de la construcción del estacionamiento subterráneo de Plaza Isauro Alfaro, resultó tan rupestre que los autores de la disposición no tuvieron más remedio que dar marcha atrás y anularla.
Y es que era tan evidente que el objetivo de la medida no era aclarar el asunto ante la opinión pública sino desacreditar a los ex munícipes, especialmente el mencionado en primer término, que el ayuntamiento no tuvo más remedio que, por mediación del Secretario Sergio López de Nava, apresurarse a negar que existiera una pesquisa de ese tipo en perjuicio de antecesores del actual jefe edilicio y al mismo tiempo se anunció que se investigará el asunto para fincar las responsabilidades a que haya lugar.
La realidad es que quienes orquestaron la infructuosa treta no solamente no lograron poner en entredicho a nadie sino que sólo se exhibieron como aprendices de la política ya que, además de provocar el efecto contrario al que se proponían, al golpear a los propios compañeros de partido, el PRI, alimentaron la división y las pugnas internas en las que el principal perjudicado era el propio tricolor, que debe de haber causado una fuerte molestia en Ciudad Victoria pues resulta desafortunado crear ese tipo de problemas en pleno proceso electoral.
Lo que resulta extraño es que el autor material de la maniobra, el Director Jurídico, Magdiel Prieto Domínguez, que no es ningún novato en estas lides, se haya prestado a formular públicamente la denuncia, no se sabe si porque le hicieron manita de puerco o le pusieron una trampa, cuando su obligación, como titular del puesto que ocupa, es guardar el principio de confidencialidad, sobre todo cuando se trata de asuntos que pueden dar pie a repercusiones políticas, como el aludido.
Sea por las causas, motivos o razones por las que haya sido, el abogado se encuentra en la cuerda floja y en cualquier momento podría causar baja como miembro del cuerpo administrativo del gobierno de la ciudad.
Mientras son peras o zona manzanas, el que realiza una intensa campaña de posicionamiento político en la urbe petrolera, es el Contador Ricardo Pérez Monsiváis. Quien fuera Secretario de Finanzas del municipio durante la gestión del alcalde Sergio Posadas Lara, ha implementado un programa de diversión y esparcimiento social denominado “Cine en tu Colonia” que lleva a cabo diariamente a las familias pobres del municipio.
Pérez Monsiváis quiere ser candidato del Revolucionario Institucional a diputado por el 20 distrito electoral y mediante esta clase de actividades trata de convencer a los ciudadanos y a los jerarcas del ex invencible que es una buena opción para defender los colores priístas en la próxima disputa de la mayoría del Congreso de Tamaulipas.
A propósito, esta mañana, durante una ceremonia que tendrá lugar a partir de las diez horas en el máximo recinto legislativo estatal, se abrirá el primer periodo de sesiones del tercer año de labores del Congreso del Estado, en el se abordarán temas importantes, entre los que destacan el cumplimiento de las observaciones hechas por la Suprema Corte de Justicia a las candidaturas independientes contenidas en la reforma política electoral de la entidad.
Como es la relativa a las aportaciones económicas que la ley tamaulipeca limita a los electores que otorguen las firmas de apoyo a los candidatos y el máximo tribunal de justicia del país considera que debe de ser abierta a la sociedad, aunque debe de vigilarse el origen del dinero.
Cabe señalar que, en virtud de que la legislación en la materia permite que cualquier ciudadano tiene libertad para buscar una candidatura de esta índole, no van a ser pocos los militantes de los partidos políticos que tratarán de probar suerte y estrenar la nueva opción electoral, en algunos casos, claro está, con la venia de los propios dirigentes para dividir el sufragio.
Ya que hablamos de alternativas independientes, la epidemia de esta nueva figura electoral ha resultado tan contagiosa que en todos los partidos mayoritarios, empezando por los del PRI, el PAN y el PRD, los militantes la utilizan como chantaje o amago para que los que deciden las candidaturas a puestos de elección popular o al simple otorgamiento de cargos, no se vayan a olvidar de los aspirantes a la hora de las definiciones y de los nombramientos.
Los integrantes de la bancada de diputados federales del Acción Nacional, por ejemplo, amenazaron al coordinador y al dirigente nacional del partido político que si no les asignaban la presidencia de alguna de las comisiones legislativas que se encuentran en proceso de repartición se declararían legisladores independientes.