21 diciembre, 2025

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Encuestas ociosas

Catalejos

Todos los aspirantes a candidatos presumen alguna encuesta en la que supuestamente aparecen arriba en las preferencias.

Las hay de todos tipos, algunas levantadas en redes sociales, otras amañadas, y unas cuantas realizadas con seriedad. Esas son las que de verdad atienden los equipos de los posibles candidatos, las que los guían día a día con las alzas y bajas de popularidad.

Por eso, igual que cuando se entra en el proceso de elección, a estas alturas no conviene hacer mucho caso a los estudios que los interesados publicitan en redes sociales porque siguen siendo meras herramientas de promoción.

A las que sí ponen atención los aspirantes son más bien encuestas individuales que les dicen si suben o bajan sus niveles de conocimiento, de aceptación y de rechazo entre la población.

Porque para ellos en estos momentos resulta más importante no tener opiniones (tan) negativas que ser ampliamente conocidos. 

Por ello puede resultar ocioso poner a competir a un alcalde con un ex diputado o ex funcionario federal. Su nivel de reconocimiento obviamente será distinto. La competencia, pues, no es con el otro sino con ellos mismos.

Pasa exactamente lo mismo con las encuestas que desde hace algunos días empezaron a circular sobre las preferencias para la elección del 5 de junio de 2016.

En todos estudios (en los próximos días Mitofsky publicará el suyo) se ofrecen hipotéticos escenarios con combinaciones de diferentes candidatos para los principales partidos políticos.

El problema es que con tantos aspirantes, los resultados son tan variables como distinto sea uno solo de los candidatos. 

Por eso creo que al menos en este proceso, las encuestas están sobrevaloradas.

Si hace algunos meses se aseguraba que el pragmatismo de Peña Nieto lo llevaría a utilizar este método científico para elegir candidatos, después de la experiencia de Nuevo León seguramente se lo pensará dos veces.

De lo que sí no hay duda es de que el presidente no involucrará asuntos personales en la decisión. No lo ha hecho para designar a otros candidatos y seguramente no lo hará ahora.

No se decantará por el más cercano, el que más haya estrechado su mano o tenga más fotos con él en Facebook.

Elegirá a quien lo convenza de que puede ganar la elección del 2016. Ojalá que en ese proceso de análisis también incluya un factor trascendental: lo que le convenga más a Tamaulipas para los próximos seis años.

El juego de Gustavo
Quizás contagiado por la euforia de haber estado un día antes en la toma de posesión de “El Bronco” como gobernador de Nuevo León, Gustavo Cárdenas inició la semana con una “consulta” en su Facebook.

“¿Cómo ven, le entramos o no le entramos por la gubernatura?”, preguntó a sus “amigos” en la red social.

No sorprende que la respuesta haya sido positiva por tratarse precisamente de su perfil, en el que reúne a quienes lo siguen.

Lo curioso es que la pregunta de Gustavo llega justo cuando muchos ya daban por hecho que el diputado federal de Movimiento Ciudadano buscaría una vez más la alcaldía de Victoria y con ello dejaría el paso libre para que Lety Salazar compitiera por la gubernatura bajo las siglas de ese partido.

¿A qué responde entonces la provocación de Gustavo? Como se sabe que la relación entre ambos sigue siendo muy buena, más bien parece que la alcaldesa de Matamoros por el momento tiene la mira puesta solamente en la candidatura azul.

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