Lo decía en ruedas de prensa, en pláticas de fútbol, charlas de café, por whatsapp, en todo y seguro lo sigue haciendo. Joaquín del Olmo repetía una y otra vez la frase: EL FÚTBOL ES DE MOMENTOS, parecía disco rayado el ex jugador de América, Tigres y Pumas, pero aunque en su momento coincidía con él, el día de hoy comprendo la idea más que nunca.
El futbolista, la materia prima del balompié, no es una máquina, si bien trabaja horas al día para perfeccionar técnicas y rendimiento físico durante los partidos (aparte de la calidad que cada uno tiene), no se asegura la perfección, algunas veces no gana los partidos el que hace más, sino el que se equivoca menos.
En este punto, hay otra cosa que juega un papel fundamental y es la parte mental, la fortaleza que tenga cada uno para sobreponerse a situaciones negativas y para asimilar bien las negativas.
En conjunto, para que un atleta se acerque a su mejor rendimiento, debe tener bien cubierto lo técnico, físico y mental. Ah, pero también, como no son robots, entran los MOMENTOS emocionales por los que atraviesa cada uno (estabilidad económica, familiar, etc), eso al final puede catapultar las capacidades al doble o reducirlas a lo más mínimo.
Es decir, cuando un futbolista trabaja bien en los entrenamientos, goza de buena salud y estado físico, está en el lugar que quiere (equipo), le brindan confianza absoluta y además en su vida no atraviesa por ningún problema, pasan cosas extraordinarias dentro de la cancha.
Recurrentemente por Correcaminos atraviesa todo tipo de jugadores, varios de ellos dejan huella, otros no tanto y algunos ninguna, pero resulta que los que no jugaron bien aquí, van a otro equipo y son cracks, o viceversa, en ‘X’ equipo son genios y al llegar a la UAT se apagan, caso de Edú por ejemplo.
¿Recuerdan a Raúl López en Correcaminos?, tuvo buen torneo con Arellano y era cumplidor, nada extraordinario, incluso aparentaba falta de carácter.
Lamentablemente lo que más se le recuerda es por entrar al minuto 74 a la final contra Tecos en el 2014 y errar cualquier cantidad de pases, aparte de fallar un penal en la tanda definitiva.
Al día siguiente de perder fue abordado por la prensa y prácticamente dijo que ya no quería estar aquí, que su mente estaba en volver a Chivas y buscar estar en primera.
Las condiciones siempre las tuvo cuando vivió en Victoria, pero en su cabeza sólo estaba volver a Chivas, lo emocional no lo dejaba mostrar todas sus cualidades. Así ha pasado con varios jóvenes y experimentados que han venido y que están actualmente en el plantel, trabajan para mantenerse activos, pero a veces sienten como castigo o retroceso bajar al Ascenso.
«El Dedos» López hoy está en su MOMENTO, cómodo en el equipo que quería, al cien en todo, es aclamado a nivel nacional, se le halaba por enviar los mejores centros del fútbol mexicano, cobra bien los tiros libres y en marca también se defiende, mañana juega un papel importante en el once de Raúl Gutiérrez (ex Auxiliar de Joaquín del Olmo en Correcaminos) en el duelo ante Canadá donde el Tri se juega el pase a los Juegos Olímpicos de Brasil, mismo equipo donde por cierto se encuentra otro ex de la naranja, Alfonso Tamay. Éxito para ellos y sí, EL FÚTBOL, COMO CUALQUIER TRABAJO, ES DE MOMENTOS.
¿HASTA DÓNDE ALCANZA?
Correcaminos lleva dos partidos sin recibir gol y sumando puntos, unidades importantes que le siguen dando vida pensando en conseguir la calificación a la liguilla.
Al parecer «Pepe» Treviño ha encontrado una formación donde el plantel encuentra orden y le permite competir, por el plantel que se armó y el bache en el que cayeron en la primera parte del torneo, ya se veía complicado que reaccionaran.
Hoy con el envión de tener dos actuaciones consiguiendo puntos retomaron confianza, el plantel parece corto, pero a ver hasta donde alcanza.
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