Marco Antonio Bernal finalmente fue ungido como Secretario General Adjunto del Comité Ejecutivo Nacional del PRI. Lo de adjunto, se apresuraron a explicar desde el equipo del matamorense, es precisamente para permitirle cumplir con sus funciones partidistas desde Tamaulipas.
Con ello queda claro que el proyecto político de Bernal está en la mente de Beltrones, quien seguramente hará lo posible por echarle la mano para que lo consiga. En este caso, por ejemplo, le dio una cartera de influencia nacional, pero con condiciones especiales para que no pierda el peso en su misión de subir posiciones en las encuestas.
Aunque el mismo flamante Secretario General, ha advertido en más de una ocasión, que por más amistad que pueda presumir con el mandamás priísta, si cuando llegue el momento de la verdad no existen las condiciones para que gane la elección tamaulipeca, Beltrones no dudará en bajarle el pulgar.
Por eso, la insistencia: todos los mensajes que parecen enviar desde la capital los gigantes de la política mexicana, deben ser vistos con reserva; al final de cuentas, no se equivocan Bernal ni otros de los aspirantes cuando reconocen que la decisión final estará en manos de dos personas fundamentalmente: el gobernador, y sobre todo el presidente Peña Nieto.
Por cierto, como parte de los movimientos que trae la llegada de Beltrones al Comité Ejecutivo Nacional del PRI, ya se fue el polémico delegado Víctor Emmanuel Díaz Palacios y todo hace indicar que en su lugar ahora llegará un norteño: Fernando de las Fuentes, ex diputado local y federal de Coahuila y ex alcalde de Saltillo.
Dicen los que lo conocen que es un «rudo» de la política. Lo veremos…
La prueba de Nuño
Ayer el Secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño, enfrentó su primer embestida magisterial. La CNTE realizó ayer una megajornada de protestas que incluyeron un paro total de 24 horas y bloqueos y manifestaciones en varias entidades del país.
Lo que reclaman es una «mesa de diálogo nacional» para seguir en su cruzada contra la reforma educativa.
Detrás de esta jugada de la disidencia magisterial hay una clara intención de calar al joven secretario federal.
Los maestros quieren ver hasta dónde podrán estirar la liga en sus negociaciones con el Gobierno. A Chuayffett le tomaron la medida, y lo mismo pretenden hacer con el sucesor.
Nuño, una de las cartas del presidente para la sucesión, tiene una buena oportunidad para demostrar si de verdad tiene el talento que tanto le festeja su jefe.