Este domingo me brinda una inusual oportunidad de abordar temas marginales de la política, pero sin dejar de mencionarla.
¿Cómo es posible lo anterior?
La aparente paradoja se dio ayer, en un desayuno compartido con directivos y compañeros de espacio en este periódico y con el Secretario General Adjunto del Partido Revolucionario Institucional, Marco Antonio Bernal Gutiérrez. Fue una charla, como dicen en el ámbito coloquial, “de cuates”.
No falto a ningún principio moral o de secrecía con mencionar un aspecto de esa plática, porque atañe a aspectos personales que en la superficie no significan mensajes políticos, pero que pueden ofrecer un retrato virtual de una persona en ese terreno. En este caso, del ex diputado federal.
Trataré de explicarlo.
En el transcurso de la convivencia, casi al término de la misma y al responder a una pregunta específica, Bernal citó tres deportes de los cuales dijo ser aficionado, no practicante, como él mismo lo precisó.
Los expongo en la secuencia que él lo hizo:
Futbol americano, futbol soccer y beisbol.
¿Significan algo más –como podría ser en la política– esos deportes y el orden en que fueron mencionados?
Bueno, como los domingos me concedo la libertina licencia de jugar a lo que se me pegue la gana, lo haré como sicólogo, aunque me arriesgue a sufrir un “zape” del propio Marco Antonio, en su calidad de académico de esa rama. Recuerde que él es licenciado en sicología.
Ahí voy.
Primero, para alcanzar en mi mente calenturienta ese objetivo, considero necesario definir cuáles son las características de esas tres modalidades deportivas señaladas: Vamos por partes:
Futbol americano, deporte de rudeza extrema y de alto riesgo físico. Su esencia descansa en saber cómo y dónde golpear, a la vez que saber también cómo defenderse.
Futbol soccer, deporte de alto nivel de resistencia, combinada con habilidades corporales como fintas, “dribling” y olfato para anotar goles.
Beisbol, llamado “deporte ciencia”, requiere de inteligencia para tomar decisiones que se adapten a las condiciones del enemigo y aprovechar las debilidades de los mismos. Además, es el único cuyos juegos pueden ser revisados minuto a minuto a través de un registro escrito como el “box score”.
Es una mezcla interesante. Los tres deportes combinan primero la rudeza y golpes contundentes del futbol americano, con las habilidades del balompié para eludir a los contrincantes y con la inteligencia para detectar sus puntos frágiles y dejarlos tendidos en el terreno de juego, que definen a la pelota caliente.
¿Es ese “retrato hablado” basado en preferencias deportivas, un perfil de lo que tal vez podría ser el comportamiento de Bernal en la batalla electoral que se avecina?
No puedo asegurarlo, pero vaya que esa posibilidad resulta un suculento platillo para las especulaciones y cotilleos de café…
CICLOS
Es sin duda motivo de preocupación, pero de manera alguna es una sorpresa.
Lo que está sucediendo en el terreno de la inseguridad, no sólo en Tamaulipas sino también en otros estados, es un escenario cíclico en las antesalas de un proceso electoral, como sucede en nuestra Entidad. Basta una breve recapitulación a años anteriores en circunstancias similares para confirmarlo.
En ese sentido, sólo queda formular un buen deseo: Ojalá que la normalidad retorne pronto a nuestra patria chica…
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