20 diciembre, 2025

20 diciembre, 2025

Sur, «foco rojo» ante ciclones

La superficie plana y baja en esa región hace de casi un millón de tamaulipecos, victimas potenciales de huracanes

TAMPICO, Tamaulipas.- Tamaulipas tiene  420 kilómetros de costa que son los que están susceptibles ante la llegada de un huracán, sin embargo lo más vulnerable se da donde hay concentraciones de población que son en el sur de Tamaulipas en Tampico, Madero y Altamira, en Matamoros, Reynosa, y en La Pesca.

De acuerdo con el Atlas de Riesgo en Tamaulipas, en los fenómenos hidrometeorológicos hay en riesgo por inundaciones generadas por desbordamientos de ríos, canales, encharcamientos y zonas de acumulación  lo que trae peligro a  1,474 colonias, y 1,414 localidades,  que concentran a 923 mil 326 habitantes, distribuidos en 239 mil 316 viviendas, exponiendo un valor de infraestructura de 24,229, 041,500.00 pesos

De acuerdo con el Dr. Sergio Jiménez, director del Centro de Investigación en Ingeniería Portuaria y Marítima de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, la zona vulnerable es la más poblada que es el sur de Tamaulipas, ya que es una zona llana donde todo está plano y los vientos entran directo y no hay freno.

“En las zonas como Puerto Vallarta, hay una zona montañosa que disipa el viento del huracán y genera intensas lluvias donde los vientos se elevan en las montañas y es lo que va a pasar con el huracán Patricia en la sierra oriental de Tamaulipas, Coahuila y Nuevo León, es la que va a resistir las lluvias más intensas”.  

En el estado de Tamaulipas principalmente su zona costera tiene vulnerabilidad  ante  fenómenos  extremos como huracanes y  es totalmente susceptible a daños, dijo.

“Afortunadamente somos una región que está muy familiarizada con estos eventos y las autoridades  como Protección Civil  en los Atlas de Riesgo tienen caracterizadas las zonas de alto riesgo ante deslaves, inundaciones, avenidas, erosión y también están otras condiciones como las que está generando el huracán Patricia en la zona serrana del estado de Tamaulipas, que gran parte de las bandas nubosas ahí van a chocar y va a pasar casi como «Gilberto», que sí tuvo efectos en la costa pero la mayor cantidad de agua fue a parar a Monterrey”.

Ya que  se conjuntó las condiciones que están por darse en el norte de Tamaulipas, donde la interacción de este frente frío número 8 y las condiciones que genera un fenómeno meteorológico extremo en una zona  costera ponen  de manifiesto la vulnerabilidad de infraestructura física  de comunicación  de vivienda y por supuesto  en daños a la población.

Pero en el sur de Tamaulipas la condición está más complicada porque no sólo se tiene  el efecto de la marea de tormenta y los vientos asociados  a un huracán, sino que se está vinculado  a un sistema lagunario y a una zona muy llana y en esas condiciones se magnifican en el caso de inundaciones.

“No tenemos una zona serrana que mitigue los vientos de un huracán, entonces no se mitigan  al 100% y eso ha mostrado en anteriores ocasiones que los daños son severos”.

Señaló que el cordón litoral en el sur de Tamaulipas que ha sido disminuido por la infraestructura de Puerto de Altamira, también le suma un factor de riesgo más importante al caso de estos eventos.

“Aquí lo que hay que reconocer es que los desastres no son naturales, la naturaleza  no te agrede lo que pasa es que el hombre mismo genera infraestructura que no toma en cuenta esta dinámica y resulta afectada, pero  la naturaleza no se ensaña con nosotros, sino que el hombre se expone con su infraestructura mal planeada, los huracanes son un fenómeno natural con un sentido dinámico importante es un mitigador y un fenómeno que se genera estableciendo un balance técnico global”.

Mencionó que el huracán se alimenta del aire, y la superficie del mar está muy cálida y un fenómeno muy térmico calienta esa masa de aire que está sobre la superficie y lo eleva y genera entonces ese gran  remolino, que  es el que viaja, lo cual es una respuesta dinámica del calentamiento estacional que se tiene, lo calificó como  un balance térmico que se da.

“Hay que revisar cómo el hombre ha creado la infraestructura costera que lo hace vulnerable y lo ha hecho sin planificación, sin construir los drenes pluviales suficientes,  pero hay zonas como en ciudad Madero donde nunca se inundaban como la Unidad Nacional que cuando se saturó la zona de escurrimiento hacia las  marismas con los nuevos asentamientos,  todo se
acumula  ahí, entonces el problema  obedece a una falta de planificación y no es culpa de  los huracanes que en este caso fue de categoría 5,  que realmente sí  es de preocuparse que llegara un evento de esa magnitud a la región y por supuesto que va a rebasar todas las capacidades de prevención y de actuación”.

Indicó que si bien las autoridades están preparadas de atender de acuerdo a un rango de magnitudes,  pero que en una contingencia de esta naturaleza hay que reflexionar lo que se puede hacer.

“Ya que la industria misma que está instalada sobre el puerto de Altamira está muy vulnerable, sobre todo por el deterioro del cordón litoral que no lo han reparado y entonces con  una marea de tormenta  de más de un metro en este momento entraría con toda  facilidad sobre el recinto portuario, ya el cordón litoral no existe, con cualquier vuelo se puede ver que ya no existe el cordón litoral, la protección natural que las costas crean para subsistir estos eventos  es el cordón litoral y ya lo perdimos”.

El daño directo es a la industria de Altamira, aseguró el experto,  pero lo más preocupante es la inundación que generaría hacia las poblaciones circundantes al norte de ciudad Madero, y el sur de Altamira, que es la zona vinculada a ese cordón litoral.

“Hablamos de una superficie importante de Madero  que es el más densamente poblado de 30  a 40 mil personas y son los escenarios que se pueden dar y que ojalá no se dieran, las autoridades saben en los atlas de riesgo, revelan  cuánta  población hay que evacuar en ese momento, afortunadamente dentro de lo complicado  de estos fenómenos hay un tiempo suficiente
para llevar a cabo el desalojo de la población”.

Dijo que lo importante es que la gente coopere y que entienda que tiene que protegerse, reconoció que la forma en cómo se actuó con el Huracán Patricia  fue muy responsable  de todos lados, desde las personas y las autoridades, ya que no hubo pérdidas  humanas.

“El hecho de que el huracán entró en una zona despoblada y que no había  infraestructura física importante fue  determinante, sin embargo la marea de tormenta sí originó daños a Manzanillo”.

En riesgo 60 mil familias en el sur de Tamaulipas
Son las zonas bajas y colindantes con lagunas y márgenes de vías de escurrimiento las más vulnerables contra inundaciones. Las zonas de riesgo se clasifican en 4: de muy alto riesgo, las de riesgo, las de mediano riesgo y las que no son afectadas.  

El potencial de la zona para ser escenario de un huracán de condiciones extremas, de acuerdo a las estadísticas es de un 16%, aunque es bajo, eso no significa que estemos exentos, porque la historia  nos dice que las condiciones más críticas ya se han dado y se pueden seguir dando, indicó.

Además de que en el país no se cuenta con la tecnología para monitorear huracanes, sólo existe estaciones de medición oceanográficas en Estados Unidos, dijo Sergio Jiménez.

“Como no tenemos información que nos  esté alertando en tiempo real de los eventos meteorológicos, lo que hacemos es reconstruirlos, y con el modelo territorial lo representamos y armamos los mapas de riesgo, eso es lo que tenemos que hacer y complementarlo con un sistema de alertamiento en tiempo real”.

Una marea de tormenta es uno de los principales riesgos en Ciudad Madero.

Son aproximadamente 6 mil familias en ciudad Madero las que están en condiciones de riesgo, principalmente en las colonias La Barra, El Chipús, y algunas como la Ampliación de Unidad Nacional  que antes no se inundaba, pero que la saturación de la población, tapo las vías naturales de escurrimiento de esa zona y ahora se inunda.

El protocolo que corresponde a las autoridades, es que primero deben informar a la comunidad de cuáles son los sitios vulnerables por acercamiento de un huracán y de lo que se conoce como una marea de tormenta, que se puede desarrollar en las playas dependiendo del grado de agua que traiga consigo la marea.

Una zona vulnerable a efecto de daños es la infraestructura hotelera e hidráulica en las colonias Miramar 1, Miramar 2, y La Barra, que son las más cercanas a la Playa, de igual forma los canales, que por el aumento de los ríos y mares, que pueden trabajar inversos y se pueden subir los niveles en la laguna de captación, donde todos los que desembocan en el río
Pánuco pueden trabajar inversos y provocar que se saturen y empiece una elevación, y que el agua que cae no tenga salida.

En Madero es un 70% de la ciudad lo que se inunda, hay que recordar  que Tampico y Madero están al nivel del mar y se tienen lagunas y ríos, las ciudades están dentro de un sistema de lagunas, si llueve y está saturada la tierra cualquier depresión o tormenta puede causar severos daños.

Los riesgos son por el agua que ingresa  y el agua que escurre, Tampico y Madero reciben casi un 45% del agua que viene del sector del Aeropuerto, La Borreguera, y Germinal que viene a escurrir a Madero,  a todo lo que es el Contadero, Nuevo Madero y todo eso viene a llegar  a la Revolución Verde y a la Laguna del Chipus.

En el caso de Altamira son 5,700 familias en riesgo de inundación, de 40 colonias y ejidos en peligro de quedar incomunicados. Algunas de las colonias de mayor riesgo son la Felipe Carrillo Puerto, presidentes, la  zona de Miramar, y Nuevo Madero.

Altamira esta rodeado de las lagunas de Champayán y el río Tamesí.    En el plan de prevención ante un desastre cuentan con 250 personas de apoyo entre protección civil y bomberos, además de que hacen uso de comisionados ejidales,  y delegados de ejidos.

Hay 3 ejidos que están en riesgo de quedar incomunicados, tienen 44 puntos de refugio en áreas rurales.

 Los ejidos en riesgo son el de San Antonio, Amalia Solórzano, Mariano Matamoros, El Plátano, Vicente Guerrero, La Torrada, Ampliación el Plátano, La Gloria, Esteros.  Y Nuevo Madero.
En Altamira las lluvias torrenciales rebasan los 5 metros de altura y han dejado incomunicados a más de 200 familias.

En lo que respecta a Matamoros el 70% de la población está en riesgo de ser afectada ante una inundación por un huracán,  hay 400 colonias que son inundables.

En Matamoros las inundaciones por desbordamientos de cauces podrían afectar la localidad Las Rusias (Aurora Corona), ubicada hacia la porción norte de Matamoros, cercano a la cabecera municipal, esta cuenta con siete viviendas con 12 habitantes. En zonas urbanas, el área  posible de ser afectada es equivalente a los 0.945Km2, dentro de los cuales se tienen un total
de diez colonias con 110 viviendas y 376 habitantes.

Facebook
Twitter
WhatsApp

DESTACADAS