13 diciembre, 2025

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Asaltantes 2, la Policía 0

Los asaltos a mano armada están a la orden del día, ayer atracaron a un repartidor de una empresa distribuidora de carnes frías y al supervisor de otra compañía.

MATAMOROS, Tam.- Los asaltos a mano armada están a la orden del día, ayer atracaron a un repartidor de una empresa distribuidora de carnes frías y al supervisor de otra compañía, despojándolos de más de 190 mil pesos en moneda nacional.

Uno de los asaltados es José Gilberto Dávila Lazo, de 36 años, con vivienda en el fraccionamiento Santa Elena, empleado de la empresa distribuidora de carnes frías de nombre de razón social Grupo Gusi.

Dávila se desempeña como chofer y repartidor en la mencionada compañía.

Reveló ante las autoridades que a eso de las 13:00 horas se encontraba frente a la mencionada empresa ubicada en la calle Terán, 66, del centro de la Ciudad.

Estaba parado a un lado de la puerta del copiloto del camión que le proporciona la compañía. Y al estar sacando el dinero de la caja fuerte del camión, se le acercó un sujeto por la espalda y le dijo: «No te muevas hijo de tu pu.. madre esto es un asalto, si te mueves te mato», además de amagarlo con un arma blanca.

El bandido introdujo su mano en la bolsa del pantalón del repartidor, sacándole su celular y su cartera donde tenía sus documentos y dinero en efectivo.

Llevándose además 188 mil 871 pesos, producto de la cobranza del día, que estaban guardados en la caja fuerte.

El asaltante emprendió la huida con rumbo desconocido, mientras que el empleado pidió auxilio.

El chofer manifestó que debido al susto se le bajó la presión al grado de sufrir un desmayo.

«Ya valió…»

El supervisor asaltado dijo llamarse Jonathan Christian Ocegueda Rojas, de 24 años, empleado de la empresa denominada PRESEA.

Contó que al momento de estar laborando en la colonia Puerto Rico, se le acercaron dos sujetos, uno vestido con sudadera gris, gorra negra y de complexión delgada y el otro de cabello corto y de complexión robusta.

Los delincuentes lo amagaron con un arma de fuego y le dijeron «Ya valió madre, dame todo los que traes».

Por temor a que los delincuentes le hicieran algún daño, les entregó su celular marca Sony y su cartera donde cargaba con tres mil pesos y sus documentos, además de tarjetas de crédito.

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