El único de los finalistas en la carrera por la candidatura del PRI a la gubernatura que no presume amistad o buena relación con el Presidente Enrique Peña Nieto, dejando ver que por eso los podría elegir, es el alcalde de Victoria Alejandro Etienne Llano, aparte de él, el resto no vacila y hasta se echa una que otra mentirilla para convencernos de que se llevan de ‘piquete de ombligo’ con el esposo de La Gaviota, como si eso se pudiera presumir.
Así es mis queridos boes, los del PRI tendrían ya que haber reconocido que recargarse en el ‘primer priísta’ del país es un equívoco.
Y es que pensar en que Peña Nieto escogerá al mejor de los priistas para que sea el candidato y que ese candidato será por lo tanto el mejor de entre los que escojan los otros partidos nos obliga a echarle un vistazo a cómo nos ha ido con el gabinete peñista.
Para donde giremos la mirada nos vamos a encontrar personajes hartamente cuestionados, desprestigiados y con cuentas en negativo que ni con campañas y campañas triunfalistas en la tele pasan la prueba.
En la PGR el recuerdo de Jesús Murillo Karam, amigo de EPN es el ejemplo más claro de que no elige a los mejores.
Su más sonado fiasco fue la ‘verdad histórica’ que nos quiso vender tras la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa y que nos convirtió en el hazmereír del mundo.
Luis Videgaray, ni modo que su trabajo en Hacienda pueda presumirse, la economía no crece, el dólar trae de cabeza al peso y encima las cargas tributarias a empresarios y simples mortales lo convierte en uno de los más defenestados del gabinete.
Miguel Ángel Osorio Chong, el Secretario de Gobernación, el segundo hombre en importancia en el gabinete, no tiene por dónde se le pueda presumir.
México con su trabajo no ha resuelto ni por mucho el problema de la inseguridad, porque la estrategia que tanto le criticaron a Felipe Calderón es la misma que hemos visto en estos tres años, agreguemos el asunto de las violaciones a los derechos humanos y los de la ocupación de calles por maestros, campesinos y demás.
Rosario Robles no es un personaje que tenga lado para la presunción, su paso por SEDESOL es muy cuestionado, la Cruzada contra el Hambre dejó más flaco al Estado y hoy hace daño en otra secretaría, porque el compromiso con ella debe ser bastante grande.
Antes Peña Nieto tuvo que correr al titular de la PROFECO, no ha hecho lo propio con el Secretario de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz, a pesar de que por ejemplo le tuvieron que echar abajo la licitación del fallido tren rápido México-Querétaro y otras corruptelas igual de evidentes.
Pero bueno, basta de botones de muestra, con ellos es suficiente como para que los aspirantes tricolores para la gubernatura de Tamaulipas entiendan que presumir su amistad con Peña Nieto es una mala apuesta.
En general, los ciudadanos del estado tendríamos que estar preocupados por las decisiones que ha tomado el Presidente y por la que pudiese tomar en los próximos días, porque tiene en sus manos la decisión sobre quien puede gobernarnos los próximos seis años.
Lo que también está claro es que a quien elija Peña Nieto no está obligadamente destinado a gobernarnos, ya ven que los propios tricolores reconocen que la elección será la más competida de su historia moderna.
Por lo pronto y mientras reconocen el lastre, seguiremos viendo a los suspirantes y sus presunciones sobre Peña Nieto: el que le abrió las puertas del CEN del PRI, el que le ayudó a ganar toda una circunscripción, el que le organizó el presupuesto, el que le tejió la reforma energética.
Pero también tengan por seguro que una vez que comience la campaña el que sea candidato va a tener que pintar su raya, borrarlo del discurso y hasta aventar un poco de lodo a la administración federal, porque entonces no podrá engañar a nadie presumiendo logros que nadie ve, estrategias inexistentes.
Es la política, el ‘arte de comer popó sin hacer cara de fuchi’. En el PRI como en el PAN lo saben.
Los verdes y Lalo…
La dirigencia del Partido Verde vuelve a la carga, insiste en que están listos para una alianza con el PRI en Tamaulipas, pero que si el candidato a la alcaldía en Tampico no es Eduardo ‘Lalo’ Hernández Chavarría ellos se irán solos.
El Verde ha insistido en que las encuestas que tienen muestran a Lalo como puntero y esta vez agregan que para Altamira la candidata debe ser Griselda Carrillo.
Parece que por ahí los del Verde no van a cambiar de opinión y que el PRI podría sumarse a la petición.
Lo único que me pregunto es, qué le ofrecerían a los otros aspirantes en ambos municipios.
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