Como ya es del dominio público, los representantes del Verde Ecologista reiteraron que el partido apoya las candidaturas del diputado Eduardo Hernández Chavarría y la delegada de la sedesol estatal, Griselda Carrillo Reyes, el primero para alcalde de Tampico y la segunda de Altamira, sin embargo, resulta arriesgado que adelanten que si el PRI optara por prospectos diferentes, buscarían las alcaldías con candidatos propios.
Es decir, que, independientemente de si la alianza se da o se viene abajo en la pelea por la gubernatura, presidencias municipales y diputaciones locales, en esos dos municipios la eventual coalición está condicionada a la designación de los aspirantes mencionados.
¿Será acaso que los jerarcas ecologistas temen que a consecuencia del proceso judicial que se le sigue al ex dirigente nacional del Partido del Tucán, Arturo Escobar y Vega, por presunto delincuente electoral, la coalición electoral podría cancelarse y han tomado ya las providencias del caso?
No se tiene idea, pero en tanto se sabe en qué queda el asunto, hay varios militantes distinguidos del PVEM que ya han empezado a forcejear por la Subsecretaría de Prevención del Delito y Participación Ciudadana de la Secretaría de Gobernación, posición otorgada a Escobar como compensación por los votos que permitieron
al Revolucionario Institucional conseguir la mayoría en la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.
Una es la ex perredista Ruth Zavaleta, que ahora se desempeña como Secretaria de Participación Ciudadana, y Eunice Rendón, Directora de Coordinación Intersecretarial, del CEN del Verde, quienes mueven sus influencias para que una vez que el acusado haya causado baja definitiva en el equipo de Miguel Ángel Osorio Chong, que dan como un hecho, la directiva de la agrupación proponga a una de ellas para relevar en el cargo de gobierno al ex dirigente nacional, ahora en desgracia.
Mientras se conoce el desenlace del asunto, no obstante que el IETAM lo obligó retirar los espectaculares que había instalado a lo largo y ancho de Tamaulipas, porque violaban la ley y eran actos anticipados de campaña, razón por la que le impuso una fuerte sanción económica, bajaron los bonos políticos de Alejandro Guevara Cobos, el nativo del Mante no pierde la esperanza de obtener algo a la hora de la definición de la candidatura del PRI al Gobierno del Estado.
Ayer, por ejemplo, las brigadas callejeras del ex coordinador de giras presidenciales del presidente Enrique Peña Nieto repartieron en Tampico, Madero y Altamira trípticos a domicilio en los que el aspirante a la gubernatura expone a grandes rasgos su curriculum vitae y utilizando como lema “escuchar para legislar” porque “el que pregunta no se equivoca”, interroga a los votantes sobre qué opinan de Tamaulipas y anuncia que pronto se a cercará a ellos para conocer el sentir popular sobre lo que sucede en el Estado.
La realidad es que, a un mes para que se resuelva quién será el candidato del ex invencible al puesto de Egidio Torre Cantú, Guevara Cobos debe de estar plenamente consciente de que, aunque a nadie se puede descartar anticipadamente de la carrera por la gubernatura, a lo más a lo que puede aspirar el legislador en las actuales circunstancias es a que, a cambio de sumarse al elegido, le asignen alguna posición de medio pelo en el próximo gabinete administrativo del titular del ejecutivo estatal, si gana el tricolor, por supuesto.
Hablando de otras cosas, la crítica situación financiera en la que se debate la empresa Petróleos Mexicanos a causa del desplome de los ingresos ocasionado por la baja de los precios internacionales del crudo, ha provocado más que preocupación en el gobierno y los empresarios. Sobre todo ahora que la calificadora Moody’s asegura que los ingresos de la paraestatal mexicana son tan raquíticos que no tiene suficiente efectivo para cubrir los gastos de operación, el pago de la deuda externa y las inversiones, de manera que no queda otra que, además de los impuestos de los contribuyentes, el gobierno tendrá que echar mano de los 6 mil millones de dólares de los 70 mil millones que le prestó el FMI para enfrentar contingencias de esa cuantía y naturaleza.