En sentido estricto, el “destape” de Alejandro Etienne no fue más que el cumplimiento de una formalidad política, casi un ritual. Después de todo, ¿había quien dudara que el alcalde victorense está buscando la gubernatura y tiene montada una estrategia importante para conseguirlo?
En todo caso, las palabras de Etienne sirven como referencia para marcar un punto de salida; ya todos los aspirantes han puesto las cartas sobre la mesa y comienzan una competencia interna en la que se placearán (todavía más) por toda la entidad con la intención de que cada vez más tamaulipecos los conozcan.
Aunque todos andan tras el mismo objetivo, hay matices en las formas. Los hay quienes se han concentrado en amarrar el visto bueno de las cúpulas, los que han privilegiado el contacto con las bases, y los que de plano están a la expectativa de que las circunstancias, quizás un trágico choque de trenes, los convierta en la opción más viable.
Paradigmático es el caso de “Paloma” Guillén. La diputada federal tiene peso específico en la política nacional, ni dudarlo. Y sabe que su mayor posibilidad para convertirse en la abanderada del PRI en Tamaulipas, radica en la condición de género. Si el tricolor concluye que aquí puede aprovechar uno de los espacios que por corrección política debe otorgar a las mujeres, claramente la tampiqueña es una buena opción.
Los demás, por supuesto, aprovecharán la prórroga que anunció Manlio Fabio Beltrones para definir al candidato.
Para Alejandro Etienne por ejemplo, la ruta trazada por el PRI parece oxígeno puro; cuando parecía que se le agotaba el tiempo para posicionarse, le concedieron un bono que sin duda buscará aprovechar, sobre todo -suponemos- más allá de la capital victorense.
El equipo del alcalde debe estar consciente de que hay muchos sitios de la entidad donde no deja de ser un desconocido.
Se queda hasta enero
Desde el Palacio de la Sexta informan que si la alcaldesa deja su cargo, será a mediados de enero, cuando el Comité Ejecutivo Nacional del PAN definiría a su candidato para la gubernatura de Tamaulipas.
En ese sentido, insisten en que la única forma de que eso ocurra es que Lety Salazar sea la abanderada azul; la posibilidad de que se vaya a Movimiento Ciudadano, dicen, sigue siendo una estrategia para
confundir.
Alta tensión
En la lucha por la candidatura del PRI para la alcaldía, el pronóstico es de alta tensión. Aunque existe relación entre los aspirantes y de vez en cuando se reúnen para conversar, la verdad es que el partido enfrenta el grave riesgo de una fractura mayúscula si no acuerdan incentivos suficientes para que quienes no resulten elegidos, le levanten la mano al candidato.
