EL MANTE, Tamaulipas.- Con más de 50 quejas en su contra por abusos a la hora de cobrar, la Comisión Federal de Electricidad es la dependencia gubernamental con un mayor número de quejas, a pesar de que de acuerdo con información del propio gobierno, realiza un gran gasto en nómina e instalaciones.
Prueba de lo oneroso que resulta para el erario la operatividad de una CFE plagada de quejas, es el costo del edificio que se estrenó entre 2014 y 2015, con el cual supuestamente mejorarían los servicios, el cual tuvo un costo de 65 millones 877 mil 892 pesos con 85 centavos, según el oficio UIP/SAIP/2362/15, emitido por el Gobierno Federal tras la solicitud de información de Expreso el pasado mes de octubre.
El Gobierno Federal confirmó a través de su respuesta a la solicitud de información, que «el espacio del anterior edificio resultaba insuficiente para el desarrollo adecuado de las actividades diarias del personal y para la efectiva atención a nuestros clientes».
Pero para doña Victoria, habitante del ejido Puerto Rico al poniente del municipio en la zona cañera, con edificio o viejo, sigue siendo un suplicio el servicio de la Comisión Federal de Electricidad, pues con el más mínimo viento se quedan sin servicio por largas horas.
«A nosotros como sus clientes nos cobran un servicio caro y todo deficiente, porque al menos en donde yo vivo se nos va la luz a cada rato y cuando reportamos, tardan horas en ir, hemos estado sin el servicio hasta por tres días y nomás van y checan pero no arreglan nada y vemos que traen camionetas nuevas, que el edificio en donde están se ve muy bonito, pero de nada nos sirve, si va uno y ni los cajeros funcionan», afirma.
Como ella, al menos medio centenar de familias viven con una doble preocupación sobre todo en temporadas como la invernal: la primera, que se venga un «norte» que dañe el cableado o transformadores; la segunda mortificación, es el solo hecho de pensar cuánto tiempo tardará la CFE en atender su llamado.
Pero al servicio deficiente se suma otro factor más que miles de mantenses resienten cada bimestre, al recibir facturas que a menudo consideran injustas, sobregiradas o sencillamente, muy difíciles de pagar.
Así lo confirma uno de los 55 casos radicados ante la Procuraduría Federal del Consumidor en 2015, en el que según el responsable administrativo de la dependencia, una persona se quejó por cobro no solo excesivo, sino abusivo.
«Se trataba de un predio que no estaba habitado, con una bodega que no estaba en uso y un recibo que llegó por más de 70 mil pesos y que tuvimos que intervenir, obviamente la CFE siempre va a decir que sus mediciones están hechas bien, que no hay error y el cliente claramente se ve afectado, sobre todo porque de los casos que vemos, si acaso en un 10 por ciento la empresa reconoce el error y
corrige el cobro», indicó.
Nómina cara, factura abultada, servicio deficiente
Pero a lo costoso de un edificio que parece inoperante a pesar de que en él se invirtieron más de 65 millones de pesos, se suma una nómina de 135 trabajadores, en la que el gobierno gasta anualmente 17.7 millones de pesos.
Por mes, se eroga un millón 482 mil 630 pesos, para pagarles a empleados sindicalizados y de confianza, que tienen a su cargo brindar atención en distintas vertientes, a más de 93 mil usuarios del servicios doméstico y comercial.
Usuarios que no están contentos en su mayoría con lo que pagan, a cambio del servicio que reciben.
Solo en el bimestre septiembre-octubre, la CFE recaudó entre sus clientes del servicio doméstico (83 mil 113), la cantidad de 37 millones, 442 mil pesos.
A cambio, ofrece unas instalaciones en las que no contestan el teléfono cuando se reporta una queja, una línea de 8 cajeros para cobro de los cuales solo 2 funcionan, un cajero más para pagar desde el automóvil que nunca ha funcionado y un servicio como el que ejemplificaban en el ejido Puerto Rico, en donde a cada rato se va la luz y tardan horas, incluso días, en reponer la conexión.




