CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- Las coaliciones electorales en Tamaulipas no parecen haber ayudado a los candidatos a mejorar sus preferencias y ahora bajo las nuevas reglas electorales si llega a haber, deberán registrarse a más tardar este 10 de enero, lo que redundaría en el “destape” de sus respectivos candidatos.
“Deberán suscribir un convenio firmado por sus representantes y dirigentes, el cual deberán presentar para su registro ante el Instituto Estatal Electoral, a más tardar, el 10 de enero del año de la elección”, señala el Párrafo I del artículo 89 de la nueva Ley Electoral.
En las últimas tres elecciones para gobernador y en las elecciones intermedias desde 2001, las coaliciones no parecen haber sido determinantes ni para hacer que sus candidatos triunfaran o para aminorar su caída y mientras para los dos partidos mejor posicionados en la entidad, PRI y PAN, parecen más un estorbo, para los partidos minoritarios han sido un salvavidas para darles posiciones y fuerza política que no tienen en los hechos.
Las coaliciones tampoco parecen haber despertado a los votantes pues el porcentaje de participación ha sido de apenas el 45 por ciento en 2010 y 48 por ciento en 2013.
ÁLVARO, MAL PRONÓSTICO
En abril de 2004 el priista Álvaro Garza Cantú fue presentado como el abanderado de una alianza PRD- PT- Convergencia, por la gubernatura de Tamaulipas y según estos partidos la coalición les haría ganar la gubernatura.
Otros militantes del PRD y PT aceptaron que utilizaban la candidatura de Garza Cantú como máquina para que jalara el carro para darle a estos partidos un mayor número de votos para las diputaciones locales y los ayuntamientos.
En 1998 el Partido de la Revolución Democrática y el Partido del Trabajo, cada uno con su propio candidato, habían alcanzado 141 mil y poco más de 11 votos, respectivamente, para un total cercano a los 153 mil entre ambos, lo que sería igual al 17 por ciento de los votos emitidos.
En 2004 la coalición PRD- PT- Convergencia logró solamente 73 mil votos o el 7.3 por ciento del total de los votos válidos para la elección a gobernador de Tamaulipas y no parece haber sido determinante para ganar municipio alguno, ni siquiera los ganados en 1998: Ciudad Madero y Río Bravo.
La coalición de los llamados partidos de izquierda ni siquiera dio impulso para que se ganara la elección municipal en el municipio del candidato, Garza Cantú, ni en los distritos de mayoría que en 1998 dieron sendos escaños en el Congreso local, Ciudad Madero, impulsado por la familia Hernández Correa y, Río Bravo, por la familia del candidato, Juan Antonio Guajardo Anzaldúa.
En 2007 los seis distritos en los que se coaligaron el PRD y el PT, no representó para estos partidos ningún triunfo electoral y las votaciones obtenidas en los distritos III y XIX de El Mante, en los VII y XVIII de Matamoros y, en los IX y XVII de Reynosa, fue de un mínimo del dos a un máximo del 12 por ciento de la votación.
GANAN LOS CHICOS
En 2010 no hubo coaliciones opositoras y la que formó el PRI, la Coalición Todos Tamaulipas, otorgó más a Nueva Alianza y el Partido Verde que lo que estos partidos dieron electoralmente.
Una revisión de los resultados electorales hasta la fecha, parecen haber servido sólo para impedir que algunos partidos pierdan la presencia en el Congreso y cabildos y conserven su registro estatal.
En las últimas elecciones estatales las coaliciones parciales que hizo el PRI con Nueva Alianza y con el Partido Verde Ecologista, no parece que lo hubieran salvado de perder los seis distritos que capturó Acción Nacional, a no ser el 10, Matamoros Norte, en donde la diferencia fue de solamente 630 votos.
En las elecciones intermedias de 2013 las coaliciones pusieron al PRI a punto de perder por primera vez la mayoría simple en el Congreso de Tamaulipas; peor no fueron coaliciones de oposición sino coaliciones celebradas por el PRI con el Verde y Nueva Alianza.
En las elecciones para el congreso más recientes, las de 2013, las cinco coaliciones en igual número de distritos con Nueva Alianza y en uno más con el Partido Verde Ecologista, no le sirvieron al PRI para remontar la votación en los seis distritos perdidos: Los tres de Nuevo Laredo y los tres de Matamoros.
Un análisis de los distritos ganados y perdidos por el PRI en 2013, muestra que solamente en el Distrito 10, Matamoros Norte, donde no hubo coalición, la escasa votación obtenida por el Verde y Nueva Alianza, un total de 860 votos entre ambos partidos, habría servido para evitar la derrota que por 630 votos le propinó Acción Nacional al PRI.
El mismo análisis muestra que el porcentaje muestra que en los distritos coaligados no logra el PRI el mayor porcentaje de votación, pues este lo alcanza en los distritos de González y San Fernando, con 60 y 58 por ciento, respectivamente.
En cambio el porcentaje obtenido por los coaligados del PRI les permitió tener fracciones parlamentaria 11.46 por ciento de la Coalición Todos Somos Tamaulipas con Nueva Alianza y, el 4.48 de la coalición del mismo nombre pero con el Partido Verde Ecologista Mexicano.
COALICIONES DE CABEZA
Las cifras de las elecciones para gobernador del 2010 o las de diputados del 2013, hacen pensar que si se coaligaran el Partido Acción Nacional y el de la Revolución Democrática en las elecciones
para Gobernador, las expectativas de triunfo son muy relativas.
En un escenario en el que hubiera solamente dos coaliciones, una del PRI y sus aliados electorales de los últimos a los, Verde Ecologista y Nueva Alianza, contra otra que aglutinara al resto de los partidos, la oposición no parece tener perspectiva de triunfo si nos basamos en resultados históricos.
El PRI y sus coaligados sumado el porcentaje de 2013 -Muy por debajo de lo obtenido por la alianza del tricolor en 2010- la votación daría al partido el poder un triunfo 52.3 por ciento contra 44.6 por ciento de la oposición.
Si se utilizan los porcentajes obtenidos por el PAN y el PRD en las elecciones para gobernador de 2010 llegan al 34 por ciento de la votación total por un 62 por ciento de la coalición PRI- Verde-Nueva Alianza; el total de la oposición llegó caso al 36 por ciento.
LAS NUEVAS REGLAS
Las coaliciones que en Tamaulipas se conocen como tipo “Gamundi”, hechas para poder crear una oposición fantasma y en su caso, como funcionó en 2013, poder salvar al PRI de pasar de mayoría a primera minoría, no pondrán funcionar en este 2016.
Estas coaliciones preparadas para pasar los porcentajes de votos según la conveniencia política luego de la elección, mediante convenios que nunca eran publicados en la Internet ni del Partido ni del órgano electoral, no podrán sobrevivir en 2016.
La nueva Ley Electoral dice que los votos serán considerados válidos para el candidato postulado, contarán como un solo voto y serán tomados en cuenta para la asignación vía representación
proporcional y de otras prerrogativas mediante la forma en que se estipule en el Convenio y donde se señale previamente cómo se acreditarán los votos a cada uno de los partidos políticos.
Tampoco se le podrá ofrecer a las dirigencias de los partidos coaligados en un momento determinado otorgarle mayor votación para los efectos de la conservación del registro.
“Los votos se computarán a favor del candidato común y la distribución del porcentaje de votación será conforme al convenio de candidatura común registrado ante el Instituto”, dice el párrafo VII del
artículo 89 de la Nueva Ley Electoral.
En una de las escasas iniciativas de la actual fracción del PRI en el Congreso, distinta a lo enviado por el Ejecutivo Estatal o replicadas de leyes federales, la Fracción del PRI intentó que aunque hubiera un tres por ciento mínimo de votación para conservar el registro de un partido, bastaría la mitad, 1.5 por ciento, para obtener la primera diputación de representación proporcional.
Sin embargo, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación echó abajo esta pretensión y ahora se requiere de tres por ciento para el primer diputado plurinominal.
A más tardar el 15 de enero el nuevo Consejo General del Ietam, deberá aprobar o rechazar la solicitud de registro del convenio de candidatura común, y enviar su resolución para que sea publicada en el Periódico Oficial del Estado.




