“No soy un demente… sólo soy un excéntrico. A veces ni yo mismo me comprendo”. Peter Kurten. El vampiro de Düsseldorf.
LO CLARO. Facilitar la aplicación sistemática de la educación al desarrollo de nuestras comunidades.
La vanguardia tecnológica en la implementación de las políticas públicas.
En el marco del inicio de año, el Gobernador tamaulipeco Egidio Torre Cantú, hizo la anfitrionía para recibir los parabienes del rector de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, con el compromiso de mantener el mismo ímpetu en la consolidación de los grandes proyectos que deben ser concretados –como los concernientes al sector energético- que esta doble hélice (gobierno y academia) debe conjuntar en sinergia con el sector productivo.
El Gobierno y la Universidad se declaran listos. Tamaulipas entero, también.
LO CLAROSCURO. “¡Tiburón a la vista… bañista!” era la canción de ‘alarma’ que entonaban quienes daban el “pitazo” en la afamada zona de tolerancia de la Ciudad de México, para avisar sobre la presencia de policías a “El Jimmy”, Santiago Reyes Rodríguez. Su mote más conocido, “El Capitán fantasma”.
De tan excéntrica vida –criado desde los 15 años en las cárceles del país- el delincuente escapó de muchas prisiones estatales y federales; de las que al menos doce estados, reclamaban su custodia para cumplir la pena corporal concerniente. Eran los albores de los 40’s.
Recibía el título de capitán, por el constante hurto de ropas de gendarmes que hacía, suplantando la identidad de aquellos en muchas ocasiones.
Su vida en la pantalla del cine, personificada por Sergio Goyri (de quien no se sabe que hubiesen hecho tal publicidad como la de Sean Penn en el caso que nos ocupa) apenas registra siete fugas.
La realidad, saltó a la fama por sus tantas y variadas formas de eludir los barrotes. En las celdas, donde aprendería el oficio de ebanistería, sería también la llave maestra –aparte del dinero, que como él decía ‘abría todas las puertas’- pues al menos en una tripleta de ocasiones, escapó en muebles construidos por sus manos y oculto en ellos.
Dos gobernadores, tuvieron que cargar el peso de la fama pública por sus huidas, como Horacio Terán en Tamaulipas y Aarón Merino en Puebla. Éste último, desvalijado en una ‘pequeña fortuna’ por el fantasma, tasada entonces en 2.5 millones de pesos.
La historia del Fantasma, viene a colación por la manera irrestricta que tenemos de encomiar las absurdas defensas de proscritos.
La llevada y traída historia del nuevo huésped de un penal de máxima seguridad, da tema incluso para su recreación ‘hollywoodesca”.
El historial delictivo del preso en cuestión (El Chapo Guzmán) no sería meritorio de una biografía que se lea en los libros de instrucción elemental; cuando de historia o de legislación mexicana deba procurarse su enseñanza.
Jesús Arriaga “Chucho el Roto” a quien daban el apodo por su elegante modo de vestir en 1870 –‘roto’ significaba elegante en tiempos del porfiriato-, robó, delinquió y fue muerto por sus delitos. A pesar de ensalzar su figura por el pueblo, que estaba urgido de ídolos, Jesús no dejaba su estatus de ser un proscrito.
El fantasma eludió tantas veces la cárcel e igual número de veces delinquió, asesinó, hurtó, que incluso algunos de sus compañeros de celda en alguna ocasión le cuestionaron: “sabes tan bien el oficio de la madera, que sin delinquir, habrías sido millonario a estas fechas”.
40 años dedicó al ‘oficio’ de dar las contras al sistema y de la vida fácil. Murió en caución hospitalaria, a los 60.
No es un tributo que un hombre merezca para su posteridad.
Tampoco la celebridad que hoy forma parte del tinglado mediático.
Es…otro hombre que cometió delito y lo debe pagar. Punto.
P.D. De una fuga, se dice que el fantasma escapó a bordo de un carrito de madera (a modo de avalancha) que construyó y regaló a un niño que paseaba por la penitenciaría.
Jalando el pequeño el ‘juguete’, lograría salir el enjabonado capitán. Aguas con el nuevo inquilino…
COLOFÓN. Lo curioso, es que se volvieron a encarecer los servicios de ingenieros tuneleros…
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