MADRID, España.- El nuevo Real Madrid de Zinedine Zidane aprovechó las penurias de un adversario en estado de depresión y la motivación extra que impulsó el cambio en su banquillo para prolongar su idilio, dar un paso más al frente y alimentar las cifras y el rendimiento de su terna atacante: Cristiano Ronaldo, Karim Benzema y Gareth Bale, la conocida BBC.
En plena euforia, el Real Madrid atravesó la primera jornada de la segunda vuelta con una nueva goleada. Otra tarde plácida para afianzar el trayecto por recorrer del técnico galo.
Las sensaciones que genera el cuadro blanco invitan al optimismo. El compromiso de los jugadores, el trabajo, e incluso el acierto. Advierte hambre el Real Madrid.
No obstante, no fue el Sporting un equipo para calibrar el estado y la evolución del cuadro blanco. Primero, por su situación. En pleno declive, desalentado, víctima de sus últimos resultados y angustiado por su ubicación en los sótanos de la tabla. En segundo lugar, porque apenas le dio tiempo de asimilar su presencia en el recinto blanco.
A los diez minutos ya tenía tres goles en contra. Una misión imposible y toda una eternidad aún por jugar.