A raíz de los cambios que se han dado en países de Sudamérica, las dinámicas en las que la ciudadanía toma decisiones sobre su destino, muchas de ellas nos dejan un mensaje a los mexicanos, que por ahora solamente han sido observadas, pero no asimiladas de forma real por nosotros.
Algunos se horrorizan cuando en el extranjero se habla negativamente de México, pero ¿qué tanto nos puede ofender cuando, lo que se dice, es verdad? Con la llegada del Papa Francisco, visita que no ha sido de mucho agrado para los altos jerarcas de la Iglesia y el propio gobierno mexicano, este último a tenido que tragarse -porque se ha mantenido en silencio hasta ahora- una serie de planteamientos que cuestionan a las personas que manejan el poder en México.
No solo por su actitud de rechazar reunirse con los políticos en las suntuosas recepciones organizadas en su honor o el de rechazar el pago de su gira por parte del gobierno mexicanos o el de mandar a vender una joya obsequiada por el Cardenal Norberto Rivera para que el producto de la transacción fuera destinada a los orfanatos que controla la Iglesia en México.
En su homilía del domingo, el papa Francisco habló en Ecatepec sobre tres tentaciones que enfrentan los cristianos y «que buscan degradar y degradarnos».
«Primera: la riqueza, adueñándonos de bienes que han sido dados para todos y utilizándolos tan sólo para mí o “para los míos”. Es tener el “pan” a base del sudor del otro, o hasta de su propia vida. Esa riqueza que es el pan con sabor a dolor, amargura, a sufrimiento. En una familia o en una sociedad corrupta ese es el pan que se le da de comer a los propios hijos».
«Segunda tentación: La vanidad, esa búsqueda de prestigio en base a la descalificación continua y constante de los que “no son como uno”. La búsqueda exacerbada de esos cinco minutos de fama que no perdona la “fama” de los demás, “haciendo leña del árbol caído”.
«La tercera tentación, la peor, la del orgullo, o sea, ponerse en un plano de superioridad del tipo que fuese, sintiendo que no se comparte la “común vida de los mortales”, y que reza todos los días: “Gracias te doy Señor porque no me has hecho como ellos».
Aunque esos preceptos tienen que ver mucho con la moralidad de los individuos, es claro que el mensaje del pontífice lacera los oídos de nuestros representantes populares, ya que hay varios de ellos que tienen estos tres “pequeños” defectos.
Antes, con la visita del José Mujica, expresidente de la República Oriental del Uruguay, habló también de estos preceptos aplicados directamente al quehacer político de nuestra clase en el poder.
“Una sociedad necesita valores, que más que con la enseñanza tienen que ver con la cultura”, ha defendido, “la cultura empieza en la mesa familiar. La cultura forma individuos que caminan por la vida a través de la transmisión humana de valores”, dijo el exguerrillero tupamaro.
Mujica en México también hablado sobre al desapego a la estima por la política y la corrupción. “Para dignificar la política hay dos pasos ser digno y meterse en política. Si no hay partidos políticos saludables, hay que construirlos. La democracia necesita partidos políticos”. El expresidente uruguayo ha señalado que los partidos políticos deben vivir con los valores de la mayoría, no de la minoría. “Eso es la democracia”, ha concluido.
Este último precepto lo detectamos cuando ya nos referimos a los que debieran ser nuestros “representantes populares” como “la clase política”. Con esta estratificación social que se hace de los políticos, nosotros mismos admitimos la distancia que hay de estos con las necesidades reales de la sociedad.
Por todo ello, es bueno hacer una reflexión como ciudadanos y saber a que intereses entregamos el poder. Es valido aspirar a un puesto público, siempre y cuando tenga la autoridad moral para hacerlo; podemos repetir en los cargos siempre y cuando estemos convencidos de que se hizo lo posible y la gente lo reconozca; se puede aspirar a más, siempre y cuando haya tenido un ejemplo intachable de sus actos públicos.
Si es así y los militantes de todos los partidos comenzaran a activar con ese precepto, tengan por seguro que escariamos arribando a una mejor democracia, apegada al mandato popular y comprometida con sus problemas… Soñar no cuesta nada… Adelante!!… Buen eso decimos nosotros, pero usted… ¿Cómo ve?
La ojeadita…
El PAN sigue enfrascados en sus riñas internas, y parece que la alcaldesa será quien defina de acuerdo a sus intereses, so pena de una ruptura interna… En el PRI no cantan mal las rancheas y Chuchin tendrá que mostrar sus mejores artes para poder “cicatrizar” al partido y evitar desbandada a favor de JR… Y la pregunta importante… ¿Cómo nos ira a todos?…