McAllen, Texas.- Los cubanos están saliendo de su isla por miles pero el curso de su viaje ha cambiado, ya no lo hacen totalmente por agua y a Miami -tradicionalmente su destino directo-, ahora buscan tierra y cruzan a Estados Unidos por Tamaulipas.
Nadie da una explicación por qué los cubanos se adentran en territorio mexicano (Nuevo Laredo) cuando podrían viajar en menos tiempo por ciudades cercanas al Golfo de México.
Según el Pew Hispanic Center, dos tercios de los cubanos que llegan a este país lo hacen por el Sector Laredo, compuesto por los ocho puertos de entrada, desde Laredo a Brownsville.
Sin embargo, el grueso de los cruces se da por la ciudad mexicana de Nuevo Laredo, siguiéndole Reynosa.
Temerosos que se disuelva la Ley de Ajuste Cubano de 1966 que les permite salir de su país, para entrar a los Estados Unidos y mostrar su repudio por el régimen de Castro, el éxodo cubano crece, y es impresionante.
“Llegan, cruzan la calle y en una Casa de Cambio comienzan a llenar los papeles para beneficios, nada más cruzando y en tres cuatro días se van. La mitad a Miami los demás a otras partes de Estados Unidos”, se queja Henry Cuéllar, un legislador texano.
Si en los dos años fiscales pasados cruzaron por el Sector Laredo 43 mil 983, cubanos, durante los primeros tres meses de este año fiscal 2016 (octubre, noviembre y diciembre) ya van 12 mil 196.
En octubre entrarían cinco mil 54; en noviembre cuatro mil 540 y en diciembre dos mil 602.
En el total del año fiscal 2014 entraron por el sector Laredo 15 mil 612 cubanos. Para el 2015 la cifra había brincado a 28 mil 371 y en los primeros tres meses del 2016, 12 mil 196.
Si la tendencia continúa como hasta ahora, este año fiscal la llegada de cubanos podría terminar dramáticamente.
La inmigración ilegal en los Estados Unidos tiene sus temporadas, pero los extranjeros tanto cubanos como centroamericanos la están cambiando.
Antes era hasta cierto punto extraño, verlos llegar en invierno, por aquello del frío y las fiestas navideñas, ahora el repunte en esas fechas es notorio.
Estadísticas proporcionadas a este medio por la Oficina Regional de Aduanas y Protección Fronteriza demuestran la inmensa cantidad de cubanos llegando a los Estados Unidos.
El Pew Hispanic Center explica que la salida de los isleños va aparejada con el inicio de relaciones entre los dos países quebrada por los Estados Unidos hace más de medio siglo.
Tras la Revolución Cubana liderada por Fidel Castro que desbancó totalmente al entonces Presidente Fulgencio Batista, Estados Unidos estableció el embargo económico, comercial y financiero contra Cuba.
El anuncio de la renovación de lazos con la isla caribeña por parte del Presidente Barack Obama empujaría a 43 mil 983 cubanos a los Estados Unidos.
Dos tercios entrararían por el Sector Laredo y los números siguen creciendo:
“Aduanas y Protección Fronteriza está preparado para procesar el aumento previsto de los cubanos que solicitan su admisión en puertos de entrada del sur de Texas”, dijo a fines de enero pasado la agencia en un comunicado.
“Los oficiales de CBP procesarán los nacionales de Cuba de conformidad con los procedimientos establecidos con la mayor rapidez posible, manteniendo los requisitos y normas para los individuos en nuestro cuidado”, agregó.
Pero los números suben lo que podría originar un serio problema para las autoridades en general, como pasó con la reciente crisis humanitaria de centroamericanos.
El legislador Cuéllar tiene planes para reformar algunas leyes y frenar la entrega de beneficios a los cubanos como a cualquier otro ciudadano americano.
Habla de que hay leyes que deben cambiarse, por ejemplo, el cubano llegando a los Estados Unidos puede cometer un delito pero no puede ser deportado como los mexicanos o los centroamericanos.
Explica que la situación de los cubanos no es la misma que aqueja a los niños centroamericanos, que huyen en grupos grandes de sus países ante las amenazas de muerte de los cárteles-maras.
Llegando a tierra norteamericana los cubanos se acogen a la Ley de Ajuste Cubano, bajo la cual, los que pasan la inspección pueden entrar a los Estados Unidos legalmente. Se les otorga ayuda federal inmediata y pueden a futuro hacerse ciudadanos americanos sin gran problema.
El resto de los inmigrantes latinoamericanos recibe, en cambio, un trato dramáticamente diferente.
Sabedores de la nueva clientela que les garantiza dinero, algunas compañías de transporte de pasajeros de la Florida se están estableciendo directamente en las afueras de los puentes internacionales de Texas, al norte de Tamaulipas.
Una vez que los isleños son aceptados en los Estados Unidos y llenan los formularios para recibir la ayuda federal, algunos suben a los flamantes autobuses y empiezan el viaje a Miami.
Pero esa facilidad para llegar a los Estados Unidos y recibir beneficios de ciudadano americano también ha empezado a ser cuestionada, por los precandidatos presidenciales republicanos, el Senador Marco Rubio, de origen cubano y ahora el millonario Donald Trump.
Rubio en enero pasado propuso restringir los beneficios a los cubanos que puedan probar persecución; Trump por su lado dijo que es “injusto” garantizarles acceso legal a los Estados Unidos.
Con todo, los cubanos podrían con la reanudación de relaciones con Estados Unidos, perder la Ley de Ajuste Cubano que convirtieron en su “sueño americano”.